Escribo esto mientras mis demonios me consumen, esos demonios que no quieres que nadie conozca pero emergen gracias a "ELLA", Con sus besos y caricias , aquellos que dejo salir cuando el dolor me invade y destroza la ya decante cordura que me queda, mi única opción... Solo puedo gritar, desgarrando mi ya podrida carne, hasta el punto que mi garganta se desgarra y escupo sangre a morir, pero todo sana . . Ya no tiene sentido herirme, si todo termina cubriendose.
Ahora solo puedo terminar de escribir esto, mientras la poca cordura que me quede se desvanece y como me vuelvo ese maldito demonio que tanto deseaba evitar, porque sé que esto le gusta... Es más, le encanta, le excita y la llena de placer . . .
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Es ese gran momento en el que piensas que eres todo un hombre y puedes llevar la situación, controlarte y dominar a tu bestia para hacer lo que te plazca cuando sientas eso, claro era lo que creia cuando ella me fue corrompiendo... Esa excitación. Sí, adelante, ignora las advertencias como yo las hice, por que lo hice y ahora soy un maldito demonio lujurioso.
Te preguntaras, ¿Y tu conciencia? Esa la avente a un vacío del que vuelve solo cuando ya he saciado ese repugnante deseo de ella, noche tras noche y en cada momento, lugar y oportunidad . . . Es increible, como termine deseandola y no puedo vivir, sin tocar su suave pero venenosa piel, ¿Sabes? Si crees que es maravilloso estas equivocado pero mis deseos demoniacos son mayores a mi fuerza, puedo tocarlo, pero mi locura posterior, Esa acaba hasta con el ángel más sano.
Pasa con esas criaturas que Muzan crea a su deseo, pasa con nosotros, asquerosos demonios en los que nos hemos convertido muchos. Piensa nada más en esas pobres personas que sufren día a día la gracia de ser torturadas de esa forma por la Lujuria, ese maldito deseo. Oh, perdona, ¿crees que no ha llegado a suficiente? Esa lujuria no solo afecta físicamente, sino mentalmente. ¿Cómo hace una pobre mujer o un hombre al ver a su desgraciada pareja en otros brazos carnales? Como esperarás, eso no acaba como un cuento de hadas y yo puedo refutarlo, como el maldito y asqueroso demonio que me converti desde que mi amada Muzan me volvio.
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Yo lo he visto, he sido y seré eso que vi, Aquella sangre puede aparecer cuando menos te lo esperes, para mi es de verlo todos los dias, cuando esa maldita carne se mueve masticada entre mis dientes, como la sangre chorrea mis labios, luego verla a ella y sus besos, llenos de lujuria, pasion asesina y su cuerpo presionado con el mio ... Al cometer el pecado lujurioso, la culpa te hunde en cualquier momento.
Exacto, sí, me has entendido. Te recuerda ese momento en el que eras un puberto estúpido que se abalanzaba a ver esas páginas raras, de la misma forma que seguro lo haces, mientras estas leyendo esta historia llena de lujuria, muertes y dolor.
Pero no te percataste nunca de que alguien te vigilaba, siempre cerrabas la puerta y las cortinas para ver eso que tanto te gustaba, pero ese estaba hay mirandote, yo vi tu culpa.
Esa que tenías, y te hacía saber que la lujuria puede hacernos cometer varias cosas que nuestra total conciencia no nos dejaría.
Todo gracias a que yo me alimento de eso, pues soy el demonio. Soy el deseos más oscuros, la excitación, la fuerza que cobras para darnos placer. Quien ahora camina entre los humanos, soy el principe de la Lujuria, El eterno esposo de Kibutsuji Muzan.
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