🔥 Plan de escape (II)🔥

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“ Sobrevivo por tí, Todo esto es por tí Aguantaré por por tí ”

Cuando Victor lo vió a Dorian retrocedió unos pasos. Le dije que no tuviera miedo que teníamos que seguir con el plan de escape.

Abbadón lo miró con recelo.

—Descuida, hoy no te mataré—dijo bromeando

—Ya veo...—respondió Victor

—Escuchen tenemos poco tiempo para salir de aquí, se darán cuenta que hemos roto los cables y vendrán por nosotros...

—Se ha ido la electricidad!—gritaron celadores y  los  enfermeros que se encontraban en la enfermería confirmaron lo mismo.

—Iré a ver atrás en la caja de la electricidad, seguro se ha bajado una palanca—dijo uno de los celadores

Los demás celadores miraron al patio y notaron que los pocos chicos que habían ya no estaban, eran aproximadamente ocho sin contar a Samuel y a Dorian.

—¡Miren! Los chicos ya no están , se han ido

—¿Qué vamos hacer?

—Hay que avisar al doctor urgente.

Llamaron al doctor que iba camino a su casa.

—¿Qué sucede?

—Los chicos... no están..y se ha ido la electricidad en el hospital...¿Que hacemos?—Tartamudeó uno de los celadores

—Iré en seguida. Suelten a los perros. Vayan trás ellos. Que nadie escape. Yo trataré de monitorear sus pulseras y los vigilaré por ahí...

—Tenemos que irnos ahora, no nos queda mucho tiempo, vendrán por nosotros...

—¿Y qué pasará con Samuel? Debemos ayudar a que escape

—¿Y qué pasará con nosotros?—se oyeron varias voces, eran los demás internos, habían seguido a Víctor hasta nosotros.

Mientras tanto los celadores salieron con un perro cada uno, llevándolos con una correa, buscando pistas de por dónde estaban todos. Los perros comenzaron a oler y seguir los rastros de los chicos. Tanto celadores como perros comenzaron a dirigirse en dirección al sector cuatro.

Pensé en las palabras de Víctor, no podíamos dejar a Samuel, no después de que me había ayudado con la prueba y finalmente se había convertido en un amigo.

—Esta bien, iré por Samuel, Dorian me acompañará—le dije a Víctor

Mientras íbamos a buscarlo a enfermería, Abbadón me tomó del brazo.

—Tengo un mal presentimiento, Dorian me habló de Samuel, es un traidor, trabajaba para el doctor, debemos dejarlo...

—No lo dejaremos, me vas ayudar o no

Abbadón asintió.

—Le prometí a Dorian que te ayudaría.

Cuando Agnes y Abbadón se habían marchado a buscar a Samuel. Victor comenzó su verdadero plan de escape.

Sabía que los que sobrevivirían realmente a la tercera prueba iban a ser Dorian y Agnes, el equipo ganador, y los que morirían iban a ser ellos, Samuel y él. Que Agnes fuera en busca de su ayuda, le ha dado una chance de escapar y salvarse.

De alguna forma ya conocía el bosque y trataría de escapar. Pero ahora tenía al resto de los internos que quedaban siguiéndolo a todas partes.

Comenzó a correr en dirección al bosque, los demás chicos lo siguieron.
Algunos comenzaron a caer en las trampas de animales. Victor miró como caían pero no se detuvo a socorrerlos.

Mientras tanto Agnes y Dorian se dirigían a la enfermería. Había un enfermero en la puerta.

Ambos miraron a los chicos.

—¡Vuelvan a sus habitaciones!.

—No, ustedes vuelvan a las habitaciones si no quieren morir—dijo Abbadón

El enfermero no le hizo caso y  quiso pegarle a Dorian con un palo. Pero Abbadón tomó el palo y lo tiró. Luego tomó al celador de las muñecas y se los torció de tal manera que  comenzó a suplicarle piedad. Pero este prosiguió.

—Piedad, es lo que voy a tener, cuando ustedes lo tengan con nosotros—aclaró y terminó de rompérserlas.

Agnes entró a  enfermería y vió a Samuel en la cama. Lo movió para comprobar que seguía vivo, este abrió los ojos.

—Oye, tenemos que salir de aquí—comentó Agnes.

—¿Por qué?

—Estamos escapando, es ahora o nunca.

—¿El doctor lo sabe?

—Seguramente...

—No me iré, él nos matará a todos, quédense y cumplan con su destino.

—No tenemos mucho tiempo, ¿vienes o no?

Mientras tanto Victor seguía en la carrera, y los demás internos seguían tras sus pasos. Los celadores soltaron a los perros por orden del doctor.

Los perros alcanzaron a algunos internos y empezaron a devorarlos como alimento. Se escucharon gritos de muerte. Victor miró hacia atrás los perros estaban alcanzándolo. Entonces se detuvo y trató de usar su poder para controlarlos.

—Stop—gritó y los perros se quedaron quietos. Ya no se movían.

Victor aprovechó para seguir corriendo y justo cuando estaba tratando de cruzar el alambrado un dardo tranquilizador lo alcanzó y le dió en el cuello. Victor cayó al suelo. Era el doctor que había llegado justo a tiempo para cazar a todas sus presas. Luego lo tomó del suelo y lo subió al auto y se dirigió al hospital.

—Estamos perdiendo el tiempo con él, debemos irnos ya—comentó Abbadón.

—Escucha Samuel, vamos a quemar este hospital, así que tenemos que irnos ya.

Samuel lo pensó y salió junto con Agnes y Abbadón. Afuera no había nadie. Todos estaban en el bosque.

Esperen aquí afuera—dijo Agnes y volvió a entrar al hospital. Y luego éste comenzó a incendiarse. Cuando salió afuera se encontró con la peor escena Samuel tirado en el suelo y el doctor apuntando la cabeza de Abbadón con una escopeta.

—Buen trabajo Agnes—dijo el doctor viendo como el hospital se incendiaba. —Si no quieres que tu amigo muera, ríndete.

—No lo hagas Agnes—gritó Abbadón

No sabía que hacer.

—Déjala ir, ya me tienes a mí—suplicaba su amigo.

El doctor no quería que ninguno de sus pacientes escapara. No pensaba dejarla escapar. No pensaba dejarla con vida.

Canción: Invincible—Ruelle














   

El infierno de Agnes 🔥[Historia terminada]✓Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon