Capítulo 24

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P.O.V. Escarleth.

Estoy tan cansada, tal vez antes hubiese peleado por Diego, pero ahora estoy agotada de todo, agotada de escucharlo decir que cambiará y no lo hace, agotada de verlo golpear a los demás sin razón alguna, es simple, lo quiero totalmente lejos de mí.

Y ahora por fin estoy decidida a dejarlo, ¿egoísmo? No lo creo, estoy pensando en ambos, nos mataremos juntos, y yo sólo quiero ser libre y estar en paz de una buena vez por todas.

Estoy buscando a Sofía, sé que tal vez no le agrado y que esto es una completa locura, pero ella es la única que podría ayudarme, y tal vez, sólo tal vez quiera enamorar a Diego, dolerá cómo un metal ardiendo en la piel, pero es un precio que estoy dispuesta a pagar.

Estoy buscando a Sofía, sé que tal vez no le agrado y que esto es una completa locura, pero ella es la única que podría ayudarme, y tal vez, sólo tal vez quiera enamorar a Diego, dolerá cómo un metal ardiendo en la piel, pero es un precio que esto...

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Camino por la universidad observando todo... llegué a una parte donde es el fin de un limite de la universidad, está un poco descuidado, hay hojas secas tiradas y los muros tienen un poco de humedad. La verdad no se ve tan mal, y es privado.

Escuché unos sonidos, son... ¿besos? Me asomé un poco, no quiero parecer chismosa, pero tal vez no sea eso.

Logré ver y... ¡No puede ser! Es Iván con... ¿SOFÍA?

No sabía que eran novios... lentamente retrocedí y que no me vean espiándolos.

Afortunadamente logré escapar sin que ellos se dieran cuenta.

Pero eso me dejó con una incógnita: ¿Qué voy a hacer ahora? Sólo sé que quiero llorar. Al menos me hace feliz que estén juntos y que posiblemente tendrán un gran futuro.

Caminaba por el lugar con la vista en el suelo, cuando choqué con alguien, me dolió la cabeza al golpearme con un enorme... ¿pecho?

Levanté la vista y lo vi, era un hombre enorme, cómo de dos metros, tenía el pelo negro y largo, unos musculos inexplicablemente exagerados, además de un rostro para nada atractivo; tiene la apariencia de ser un miembro de la lucha libre.

- Disculpe señor, estaba distraída.

- ¿Distraída? ¿O ciega?

- No tiene porque ser grosero, ya me disculpé, además ¿Por qué no se quitó del camino?

Pregunté enojada, y tal vez no sea una buena idea ya que este tipo puede aplastarme la cabeza tan sólo con sus gigantescas manos.

- Chiquilla malcriada, yo que tú cerraría más esa boca si no quiero terminar en el cementerio.

- ¿Usted piensa mandarme al cementerio?

Y sigo diciendo cosas, pelear con Diego me han hecho una persona que discute mucho.

- Ahora que lo preguntas. Sí.

Dijo levantándome del suelo por mis brazos.

- Pero no aquí, lo haremos en el ring, donde mi público pueda verte morir y disfrute mejor ese momento mientras me ovacionan.

Vuelve, Ámame Y No Me Olvides.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora