Crowley recordaba muy claramente ese día, el día que todo cambio por completo, el día en que esos increíbles ojos azules se volvieron todo su mundo…
El momento en que un pequeño y despistado ángel se atrevió a volver de cabeza toda su existencia solo con una simple mirada.
Cuando le dijeron que debía ir al Edén y causar algunos problemas, pensó que solo se trataba de otra simple y aburrida misión. ¿Engañar a la nueva creación divina y tentarlos a tomar algo que no deberían? Pff, demasiado fácil.
Sin mucho esfuerzo vio como aquellos humanos eran expulsados, castigados por Dios a una vida de pecado. Y decidió que sería muy divertido burlarse del pequeño ángel que falló en detenerlo.
Nada mejor que causar molestias a las demás personas.
Usando su cuerpo demoniaco, subió hasta arriba de la muralla, situandose justo a su lado.
—Bueno… eso se desplomó como un globo. —dijo, usando ese tono risueño que siempre lograba irritar a Belcebú y a los otros demonios.
Se giró para decir algo más que seguro pondría furioso al ángel, al punto de iniciar una gran pelea, tal vez un buen enfrentamiento podría acabar con su aburrimiento.
Sus ojos se conectaron con los del ángel; azul y dorado.
Entonces… el mundo se detuvo.
Crowley se sintió flotar completamente perdido por primera vez en su larga existencia.
Ese azul…
Un azul tan puro como el cielo que en ese momento se alzaba sobre sus cabezas y tan brillante como el propio sol.
Crowley creyó ver un pequeño trozo del universo oculto en los ojos de ese ángel, cientos de estrellas brillantes vibrando en el fondo de ese inmenso azul.
Cientos de estrellas puestas para ser adoradas por él.
—¿Disculpa? —respondió el ángel con una ligera inclinación de cabeza. Confundido, se veía tan confundido y Crowley sintió que todas las palabras escapaban de su mente, dejándolo en un profundo silencio.
Su voz era tal y como Crowley la imagino, suave como la caricia de una pluma pero lo suficientemente firme como para atraer la atención de quien lo escuchará. Y también, totalmente peligrosa para Crowley.
Un escalofrío lo recorrió, haciendo que todo su cuerpo se erizará y que su corazón humano comenzará a latir como loco, solo por unas simples palabras de ese ángel.
Desde ese momento, Crowley supo que ese ángel sería su perdición y su adoración eterna hasta el fin de los tiempos.
GjFantasma.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¡Holaaa! 🦔 Es la primera vez que publico algo para el fandom de Good Omens, espero les guste 💕
