Como un astronauta flotando en el espacio, con miedo a lo desconocido, en medio de la extraña pero hermosa belleza que lo rodea, repleto de posibilidades, con la capacidad de dejarse ir por la gravedad, hiciste que me quedara.
Desearía poder volver a sostenerte, aunque fuera por un segundo más, perderme en el universo contigo, sólo tú y yo, viajando a miles de lugares, recorriendo los caminos ya conocidos, reviviendo nuestras memorias.
Desearía poder volver a revivir, aunque fuera una sola vez más tus locuras, besos, abrazos, nuestros momentos, sólo tú y yo, sentados viendo fijamente el lago que nos rodeaba, mientras me hacías sentir amada, querida, segura.
Desearía poder reescribir nuestra historia, comprenderte mejor, sentir tu dolor y angustia, ayudarte cuando más lo necesitabas; desearía que siguiéramos siendo sólo nosotros dos, sólo tú y yo.
Sin embargo, nunca lo fuimos, nunca fui tu única estrella, estabas repleto de ellas, en medio de una lluvia de estrellas yo sólo fui una fugaz, pasajera, que pareció hermosa en el momento pero que fue olvidada rápidamente. Seguiste tu órbita y yo la mía, todo lo que pareció real se esfumó en minutos, y aunque sé que ya no me recuerdas, aquí sigues presente, en mi memoria, sólo espero poder soltarte pronto.
No quiero ser alguien fugaz, quiero que te dejes llevar conmigo, cómo te lo prometí, seguiré esperándote, aunque sea en otra galaxia, sólo no me sueltes, que la gravedad me está matando.
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