8

202 20 1
                                    


__________________________________________

The Sin
__________________________________________


《 ________ ERSO 》

Finalmente llegamos al planeta volcánico, y un escalofrío recorrió mi espalda al ver que era Nevarro... mi antiguo hogar.

Estaba tan perdida en mi mente que no había prestado atención, cuando el Mandaloriano miraba un mensaje

- Mando, recibí tu transmisión, es una gran noticia... cuando regreses, entrega a las presas directamente al cliente, no sé que hará con ellas... seguro colocarlas en su pared, está muy ansioso... buen viaje, sabes donde encontrarme- ¿colgarme en la pared? Si ha de ser un viejo es lo que menos hará conmigo. Noté que el niño estaba inquieto y en sus pequeñas manos encuentro una pieza redonda, seguro parte de la nave, porque Mando gira hacia él

- No es un juguete- comentó mientras lo agarra y se lo lleva a su cuna, antes de sentarse nuevamente, su casco se enfoco en mi por unos segundos, iba a preguntarle si necesitaba algo pero solo giro sobre su asiento y se limitó a terminar de aterrizar la nave- Vamos- dijo mientras la cuna flotaba a su lado, al estar en la rampa se gira hacia mí, sosteniendo unas esposas, suspiré pesadamente y le ofrezco mis muñecas.

Bajamos de la nave y caminamos por el bazar, muchas personas miraban sólo a Mando, y otras al niño, mientras que a mí, un hombre se interpuso en el camino

- Que hermosa esclava te conseguiste Mandaloriano... te la cambio, un gran pago por un buen servicio- le toca su hombro en forma amistosa, Mando se queda fijo

- Ella... no está... a la venta- respondió seco, su casco apuntaba al hombre que ofecia créditos, parecía que lo estaba matando con la mirada y que su mano donde estaba apoyada era quemada por la armadura; y eso es lo que entendió, porque apenas salieron esas palabras, se marchó nervioso- Sigue caminando- su mano fue hasta mi espalda guiándome entre toda la gente vendedora de Nevarro.

Cada paso que daba me preguntaba que sería de ahora en más...

¿Realmente estaré colgada en una pared... o simplemente experimentaran conmigo?

Desde que mi honor como una Mandaloriana me fue arrebatado, había pensado retomar los votos, pero las minas de Mandalore ya ni existen por causa del imperio, tenía que ir con mi armadura pero ni el casco tenía, así que me resigne y cada vez que recuerdo hacer jurado el credo, un amargo sabor de boca me viene desde la garganta y mis pensamientos.

Llegamos a la puerta, Mando me suelta de su agarre y muestra un código a un droide, se abre la puerta mostrando a dos Stormtroopers, el sudor corría por mi espalda, ambos ven al niño y después a mi dejándonos entrar.

Un Stormtrooper agarra la cuna y quería ver al niño más de cerca, un poco brusco

- Cuidado- amenazó Mando, el soldado giró su cabeza hacia él

- Tú ten cuidado- respondió de mala gana. Se abre la puerta, y se encuentran dos hombres, un anciano y un joven, parece un científico del imperio

- Sii, sii- menciona a cada rato emocionado, el doctor estaba con una sonrisa, se acerca al niño y a mi escaneandonos con dos fob rastreador; por su parte, el doctor nos escanea a ambos con otro aparato

- Están muy saludables- sonrió el doctor mirándome fijamente

- Tu reputación no era injustificada- dijo mirando mi rostro también- Es impresionante tu belleza... he oído mucho de ti, pero jamás tu nombre- suspiré un poco aliviada, sentía la mirada de Mando quemándome la espalda- Puedo saber... ¿Cuál es tu nombre?- preguntó tocando mi mejilla, me aparté bruscamente sin decir nada, los soldados se movieron en alerta y vi como Mando saco su bláster- Está bien, tranquilos... guarden sus armas- dijo con manos en alto- Si ella no quiere, está bien, despues nos encargaremos- el Mandaloriano esperó a que los demás Stormtroopers guarden sus armas para después él hacerlo

The Mandalorian Where stories live. Discover now