Capítulo 10.

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***
El matrimonio salió del palacio, sin guardias pues Eijirou había avisado de que tanto él como su sub querían dar un paseo y no querían ser molestados.

Tras esto, se fueron alejando del palacio en silencio.

"¿Paseo en pareja? ¿Sin ser molestados? ¿En qué está pensando?"—Pensó receloso por la extraña actitud de su esposo.

—Katsuki, dame tu mano.—Le dijo sin mirarlo.

El rubio cenizo lo observó y le respondió:

—No.

En ese momento, el dom se volteó.

—¡¿Te atreves a negarte?! ¡¿Quién te crees que eres?!

—¡Tu esposo! ¡Un integrante más tu familia!—Así que, si me insultas a mí; te estás metiendo con tu propia familia.

Su respuesta dejó al híbrido de dragón sin palabras, el cual solamente pudo apretar los puños.

—Sigamos con nuestro camino y deja de hacer escenas.

El rubio cenizo no dijo nada pero estaba bastante orgulloso de él mismo por haber sido capaz de callar al pelirrojo.

"Menudo idiota."

Continuaron con su camino hasta llegar al pueblo.

Una vez allí, anduvieron todo recto y luego torcieron a la derecha, llegando así a la taberna de los amigos de Eijirou.

—¿Una taberna? ¿Qué hacemos aquí?—Cuestionó Katsuki.

—Te voy a presentar a unos amigos.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Por protocolo.—Mintió.

—¿En serio?—Pues no leí nada se eso en ninguno de los libros de protocolo que me dieron para saber acerca de tu familia.

—No todas nuestras costumbres aparecen en los libros. Ahora vamos a entrar.

—Qué remedio.—Murmuró.

Su marido lo había escuchado mas prefirió hacerse el sordo y procedió a abrir la puerta del local.

—¡Hola Kirishima!—Lo saludó Mina acercándose a él.

—¡Hola, Ashido!—Saludó de vuelta a su amiga.

Entonces la susodicha, notó la presencia de Katsuki, quien tenía la mirada puesta en otro lugar.

"¿Quién será ese? Nunca lo había visto por aquí."

Tenía curiosidad, así que decidió preguntarle.

—Oye, Kirishima. ¿Quién es el chico que va contigo?

—Él es Katsuki, mi esposo.

La cara de la de cabello rosado fue un poema.

—¡¿Qué?!

Al oír a la sub gritar de aquella manera, los allí presentes los miraron con una expresión de desconcierto.

—¡Perdón! ¡No pasa nada, sigan con sus cosas!—Dijo en voz alta con la finalidad de calmarlos a todos.

Después su atención volvió a centrarse en ambos chicos.

—Kirishima, has dicho que, ese chico es... ¿Tu esposo?

—Sí, así es. ¿Por qué lo preguntas?

—Lo digo porque, si así es; ¿por qué te quejaste tanto? ¡Es guapísimo!

—La belleza no es todo y sabes muy bien sobre qué eran mis quejas.—Y no le perdonaré lo que su familia le ha hecho a mi gente, por más hermoso que sea.

Un matrimonio por la paz.(Kiribaku)(Dom/Subverse)Where stories live. Discover now