final I

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Fred jodidamente estaba estallando en un mar de lágrimas, tirado en su cama con el corazón chiquito. En posición fetal, repitiendo los relatos y lágrimas calientes volvían a salir.

Sus emociones mezcladas, el corazón le dolía. Sus ojos echaban agua como una canilla. Tristeza profunda lo envuelven.

—¡Por favor Fred sal de allí!— grita su hermano detrás de la madera.

Fred se tapa la cara con su almohada, aún llorando con el corazón doliendo.

¡Sufriendo por unos chicos del pasado!

A Fred le resultó fácil sentirse dentro de Tom Berry, sentía lo que él escribió, lo sentía tan cerca. Lo sentía en su corazón. En cada vena con sangre, lo sentía en su ser.

El imposible amor entre Tom y Bill relatado en cortos párrafos y letras bonitas pero dolorosas, fue el sentimiento cotidiano de Fred.

Admiración, pasión, ternura, alegría y mucho amor.

Pero sin un final feliz...

Tristeza, soledad, corazón roto y ilusiones perdidas.

Fred volvió a llorar por horas, apenas cuando la luna salió y un búho cantó, Fred salió de la cama.

Levantó el libro de Tom tirando por el piso y lo guardó en su cajón.

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