Cap 34: Recuerdos

109 15 11
                                    

Dentro de aquel armario se encontraban muchos tesoros que hacían a mi pecho sentir cosquilleos y causaban que mi cabeza doliera; y es que, por cada prenda que había ahí dentro, unos difusos recuerdos golpeaban mi mente, tentando a mi cordura y ansiedad descolocarse un poco.

No lograba controlar mis dudas, tampoco entender el porqué de muchas cosas.
¿Por qué mi padre ocultaba mi ropa de cuando era pequeño?, ¿Por qué no hay fotografías de mi infancia?, ¿Por qué no habla de Kage?

¿Quién soy yo realmente?

//Hikaru, mira ese abrigo a tu derecha//— Me habló Kage, rescatándome de esa extraña crisis existencial.

Presté atención al lugar que señalaba, encontrándome con un abrigo de color azul rey, se notaba que era de niño al igual que todo en esa habitación. El abrigo provocó un estallido en mi curiosidad, mi pecho se llenó de emociones y mi cabeza de pensamientos irreconocibles para mí, de tal manera que, sentía que no me pertenecían.

¿Qué tanto me cambiaron?

Me preguntaba al mismo tiempo que acariciaba esa polvorienta tela. A pesar del tiempo y descuido, seguía viéndose hermoso.

—Kage, ¿Dónde estabas?— Le pregunté en cuanto la duda volvió a aparecerse en mi mente— No me hablaste en todo el día y...

//Los Kage también somos personas ocupadas, cariño//— Me respondió de manera cómica— //No puedo darte siempre toda la atención del mundo//.

—No estoy bromeando, cariño— Comenté riendo un poco.

Pero no respondió rápido con alguna estupidez como es común, es más, se tomó su tiempo y, debo decir, no podía evitar maldecirle en silencio, porque su demora no hacía más que aumentar mi preocupación.

//Estaba ocupado, supongo//— Se limitó a decir— //Pero no volverá a pasar//.

—Promételo.

//Lo prometo, pajarito//.

Y, solo de esa manera, podía quedarme más tranquilo. Aunque en realidad fuera algo así como un placebo nada más.

//¿Ahora sí podemos hablar de ese abrigo sin ser interrumpido por ti para llorar y controlarme tal cual un novio tóxico?//— Preguntó con toda la intención de molestarme.

—Tú, ¿Nunca dejas de...?

//No sabes cuánto adoraba ese abrigo//— Me interrumpió por su bien— //Me lo regalaste cierto día en que nevó y yo no llevaba más que una camisa//.

—No te lo regalé, sólo te lo presté— Le corregí igual de molesto como antes.

Pero esa molestia se disipó en cuanto noté lo que acababa de decir, como si recordara todo muy bien.
En cuanto más pensaba en el abrigo y el día que Kage describió, recordaba pequeños pero importantes detalles.

—Hablame más de aquel día— Le pedí con la emoción a tope.

Pude escucharle un bajito "Hmm...". Realmente se estaba esforzando.

//Recuerdo que ese día pisé popó de perro un poco antes de llegar a tu casa//— Contó como si fuese el dato más útil del mundo— //Espero haya sido de perro//.

Un señorito muy inocente (Yaoi)Where stories live. Discover now