Jamie Osborne lleva siendo la secretaria del empresario Ethan Larken desde hace cinco años cuando por milagros de la vida y a sugerencias de su amiga Katie, este le dio trabajo en su empresa sin ni una sola referencia o experiencia en su currículum...
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Saco las maletas de la cajuela y camino hasta el porche de la casa de Jamie. Ahora es mi casa también, o eso creo.
Cuando Logan le dijo a su madre que quería que me quedara jamás pensé que diría que sí. Por supuesto fuera de la habitación tuvimos una discusión al respecto. Según Jamie su hijo no es así y que si preguntó algo como eso debió ser porque yo se lo pedí. Cosa que no hice.
Al final la discusión se apaciguó sola y me dejó quedarme. Creo que tiene alguna ventaja el dejarme quedar aquí, como por ejemplo, el no tener que pagar a una niñera para que cuide de Logan, pues mis días en la oficina son bastante flojos y de ser necesario podría sugerir el hacerlo por videoconferencias o simplemente hacerlo lo más rápido posible para que esto se acabe pronto. Algo le tendré que inventar a Ethan.
Desearía ser Georgie en estos momentos y no tener nada que ver con la empresa de papá.
Mencionar a Georgie me recuerda que ha enloquecido esta mañana con todo lo que le he contado. De hecho, no me extrañaría que se apareciera por aquí sólo para confirmar que lo que le he contado no es una mentira. Aunque perfectamente lo parece, principal siendo algo que ambos en algún momento llegamos a pensar que jamás sucedería.
Hoy es fin de semana, día libre para Jamie, pero no para mí. Comienzo a preocuparme por las excusas que suelo darle a Ethan, principalmente porque se me están agotando. No puedo decirle que estoy teniendo relación con mis hijos porque no le he contado el hecho de que tengo dos jamás ni tampoco que estuve casado, y tomando en cuenta que Jamie le ha contado nuestra historia primero, si lo hago, encontrará mucha similitud y atará cabos y por lo que me ha dicho Jamie, es exactamente lo que no quiere que Ethan haga; atar cabos.
Supongo que tendré que pensar mejor para escaparme de los negocios y poder cuidar de Logan y pasar tiempo con Jamie y mis hijos.
Jamie. ¿Por qué la incluyo en mis planes? Ni siquiera podemos estar cinco minutos sin discutir. No debería incluirla en la frase, pero lo hago.
—Sí viniste —dice Jamie en cuanto me abre la puerta. Suena aburrida, como si recibirme en su casa no le hiciera ninguna gracia.
Trae puesto un lindo vestido holgado y floreado. Es extraño mirarla vestida con ropa descuidada cuando de lunes a viernes la miro con ropa formal y cara, con maquillaje y peinados diferentes.
Jamie es hermosa, por si no ha quedado claro. Y no importa lo que traiga puesto, mi exesposa me tendrá en la palma de su mano por siempre.
—¡Papá! —Charlie y Logan bajan corriendo las escaleras y me saludad. Charlie me abraza, pero Logan continúa con cierta inseguridad hacia mí, así que sólo me da la mano.
Que me llame papá es un gran paso. Al menos quiero pensar eso.
—Niños, vayan a jugar afuera, ahorita Aiden va con ustedes.
