Capítulo 10: Indicios de dolor

143 21 9
                                    

[•••] = Cambio de día o hora
"X" = Para Chibi xD
(X) = Pensamientos

________________________

✧༺◖Nakahara Chuuya◗༻✧

¿Qué está pasando ahora? Por más que trato de seguir el beso, no me atraía en lo absoluto, lo que quería no eran sus labios, no, lo que deseaba y necesitaba no estaban en esta chica.
La alejé de mí y confundido traté de hablar

—¿Qué es lo que te pasa Yuan?

—M-me gustas, eso es lo que pasa

—Qué? No, no eso no está bien, tú y yo no pod-... —antes de poder terminar ella me interrumpió

—Ya sé lo que dirás, siempre dices eso, eres un idiota —sonrió —si tan solo tuvieras la valentía de enfrentar ese miedo...pero no va a pasar ¿verdad?

Enfrentar miedos, supongo que no sería correcto, enfrente tantas cosas, pero ese miedo es lo único que no puedo vencer.

[•••]

Iba a casa y al llegar como de costumbre él estaba ahí, borracho, me pregunto qué paso para que llegará a terminar así.

Miedos, miedo a amar, miedo a perdonar, miedo experimentar la soledad, soy un tonto, por no estar solo escogí este tipo de vida, incluso siento que soy utilizado por mis amigos aveces, pero supongo que son solo pensamientos tontos ¿verdas?. Supongo que después de todo me parezco mucho a Dazai, maldito idiota, no me deja y mí mente se invade con escenarios que no debería ver, ¿acaso mí mente se volvía algo erótica con él?.

—Hola tío.

—mocoso llegaste, ve a comprar unas cervezas.

—¿Ya terminaste las que habían en el refrigerador? —revisé el refrigerador —Eres un viejo tarado, mira aquí están las cervezas.

—Cada vez que te veo me das más repugnancia, te pareces a esa zorra de pelo rojo, tu madre era una bruja y tu padre te odiaba, supongo que por eso también tienes sus rasgos —balbuceo mientras tomaba la cerveza —dicen que cuando odias a tus hijos se parecerán más a tí —bebió un sorbo —Si, te pareces a ellos, sobre todo a esa zorra —se levantó del sillón y se acercó a mí amenazante, tomandome del cuello —recuerda que eres un bastardo, no tienes nada y jamás lograrás nada, terminarás siendo lo mismo que tus padres, un inútil estorbo —apretaba cada vez más —dime ¿por qué no me llamas padre? Después de todo yo te crié, vamos dilo... ¡Dilo! —gritó

—Ag-ah-agh p-pag pa-padre t-tu eres mi p-padre —me quedaba sin aliento, pero antes de perder la conciencia él me soltó

—Buen chico, si haces caso, talvez un día logres ser el buen perro de alguien, después de todo te pareces a esa zorra, talvez una falda te quedaría mejor jajaja —río —No, ya se, mira lo que tengo para tí —se sacó el cinturón y me lo puso en el cuello —Buen perro, eso eres un perro sin hogar, destinado a no ser amado, solo puedes ser azotado jajajaja —empezó a apretar el cinturón por unos segundos y luego me soltó, inmediatamente yo me quité aquel cinturón, corrí a mi cuarto y me encerre.

(Enfrentar mis miedos ¿eso es posible? Talvez si, pero ¿es lo correcto?.)

Toque mi cuello y me pregunté (¿soy un perro?) llorar esta bien ¿verdad? Porque mis lágrimas no pude controlar

—¿Por qué yo? ¿Por qué yo? ¿De qué sirve seguir,  si todo lo que quiero se va a ir? Todos me abandonan, nisiquiera fuí amado por mis propios padres —murmure —no quiero, no puedo ¿y que tal si daño a quien amo? ¿Y si soy como ellos? No, no, no quiero, no puedo, quiero gritar, que alguien me ayude.

INFINITAMENTE DESTINADOS A ESTAR JUNTOSWhere stories live. Discover now