1. Un nuevo inicio

131 11 7
                                    


Ash es un chico proveniente de la región de Kanto; que, debido al ascenso de su madre en el trabajo, ambos tuvieron que mudarse a la Región de Kalos. Son casi las siete y ahora se encuentran en un taxi recorriendo las calles de Ciudad Lumiose, la capital de Kalos, con rumbo a lo que será su nueva casa.

—Ash, ¿no crees que la ciudad se ve hermosa? —preguntaba desde la parte del copiloto mientras veía por la ventana los distintos edificios, quedando asombrosa por lo iluminada que estaba la ciudad.

—¿Qué...? Sí, se ve bastante bien —respondía algo somnoliento y se acomoda en el asiento para seguir durmiendo junto con su Pikachu, que se encontraba en su regazo.

Delia es el nombre de la madre de Ash, siempre ha sido bastante animosa y, a plena vista, se veía quien sentía más emoción por la nueva ciudad.

Pasó un rato más hasta que llegaran a la nueva casa y, cuando ya estaban en el portón, el taxista les ayudó a sacar las maletas para luego, despedirse de ellos.

—Bien, ya llegamos. Ahora déjame buscar las llaves para poder entrar —deja las maletas a un lado y se pone a buscar en su cartera.

Ash, con Pikachu subido en su hombro, seguía algo adormilado y lo único que hacía era prestarle atención al portón, que consistía de una puerta de madera y a su izquierda una puerta levadiza del mismo material.

—¡Ash, Despierta de una vez! —chasqueaba sus dedos en frente suyo para que reaccionara—. Sirve de algo y mueve las maletas, que ya se está sintiendo el frío —decía un poco fastidiada por la actitud de Ash y ambos proceden a entrar.

Antes de entrar a la casa, había un pequeño camino que dirigía ya a la puerta principal y, al lado de este, un espacio que servía como estacionamiento.

—Que gran ventana... —admiraba la ventana que estaba al lado de la puerta que, debido al sueño, no parecía poder hacer mucho más.

Delia solo lo ignoró y ambos ingresaron a la casa. Al prender las luces, ambos quedaron asombrados por cómo estaba decorada y amueblada la casa.

La casa consistía en un concepto abierto, la sala estaba no más entrar y caminando un poco más estaba el comedor, que contaba con una mesa para unas cuatro personas. Al costado del comedor estaba la cocina, cuya separación sería una barra con algunas sillas. Por último, también hay un jardín que está en la parte del fondo, separado por una mampara de vidrio y, junto al muro, una escalera de doble tramo que lleva a las habitaciones.

—¿Cuánto costó este lugar? —decía asombrado mientras él y Pikachu se echaban en un sillón, dejando las maletas a un lado.

—Cuando te compres tu propia casa, lo sabrás —respondía algo cansada de lo molesto que es su hijo cuando tiene sueño. Mejor ve a dejar tus cosas en tu habitación y aprovecha para lavarte la cara para quitarte esa cara de sueño. Subes y la puerta que está al costado de la lavadora es tuya —le explicaba mientras saca su celular y toma asiento en el comedor para poder conversar.

Ash se levanta y, con Pikachu en el hombro, sube su maleta hacia lo que será su nueva habitación. Al terminar de subir las escaleras, se encuentra con lo que es un pasillo, que tiene a la izquierda las puertas de ambas habitaciones y en el fondo otra puerta más, dónde se guarda la lavadora.

—Supongo que será esta... —toma un poco de aire y abre con cuidado la puerta para poder entrar.

La habitación consistía en una cama, que estaba junto a la ventana; un escritorio, frente a la cama y un armario, que estaba junto a la puerta del baño.

Ash deja su maleta en la cama y va al baño para poder lavarse la cara.

—Esto es lo que necesitaba, ahora ya estoy más despierto —decía ya con mejor ánimo mientras se estiraba un poco—. ¿Qué hacemos ahora, Pikachu? —le pregunta mientras toma asiento en la silla del escritorio.

Pikachu sube a la cama y empieza a señalarle su maleta.

—Cierto, tengo que mostrarle la nueva casa a los demás —se pone a buscar en su maleta y, de ella, saca cinco pokeballs.

Ash baja rápido por las escaleras y sale al jardín.

—Es momento de que ustedes conozcan el lugar... ¡Salgan todos! —con emoción, lanza las pokeballs al aire y, de ellas, salen Frogadier, Dartrix, Monferno, Meltan y Gible—. Desde ahora este será nuestro nuevo hogar, espero sigamos igual que siempre —les decía con una sonrisa, a lo que cada uno buscó de ellos acomodarse en el patio.

Mientras Ash pasaba rato con sus pokemon, Delia se acerca y le habla.

—Ash, pedí la cena para nosotros y tus pokemon; en un rato llega, así que ve poniendo la mesa —le indicaba mientras subía a su habitación.

Ash hace caso y, junto a sus pokemon, colocaron la mesa para esperar que llegue la comida.

Luego de ya haber pasado unos quince minutos, llegó la comida y todos se pusieron a comer.

—Ash, el día de mañana es lunes, así que iniciarás con tus nuevas clases. Tienes todo listo, ¿verdad? —le preguntaba un poco emocionada por el ultimo año de Ash en la secundaria.

—Sí, no te preocupes. Creo que este año va a ser interesante —le contestaba con una sonrisa y ambos siguieron comiendo.

Y así, la primera noche de Ash en Kalos ha culminado. Con sonrisas en sus rostros y varias expectativas, esperan con ansias el inicio de clases.

Mala genteWhere stories live. Discover now