𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 - 𝑺𝒄𝒊𝒔𝒂𝒂𝒄

¿Dónde están las bufandas de Isaac?

El scisaac con hijo.

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Era la quinta vez en el día que perdía una bufanda, no sabía dónde las dejaba, o más bien, si sabía pero las bufandas desaparecían de una forma misteriosa, ya le había preguntado varias veces a su pequeño hijo Camden si las había visto, el cual de una forma sospechosa dijo que no.

Isaac en serio las quería seguir buscando pero su trabajo como doctor lo llamaba, trabajo en el cual pasaba mucho tiempo, ya que empezaba a las siete y terminaba a las diez, con algunos descansos obviamente, Scott la tenía fácil, era psicólogo y trabajaba en casa, le iba bastante bien, tenía muchos pacientes fijos.

—Papá, vas a llegar tarde al trabajo.— entró Scott en la habitación hablándole en broma y Isaac sonrió aún buscando en la habitación. —¿Aún no las encuentras?— Isaac creyó que estaba alucinando cuando sintió un poco de burla en sus palabras.

—Si, hoy hace mucho frío y mis bufandas son lo mejor que hay pare eso.— Isaac volteó a ver a su esposo, viendo ahora sí que tenía una tasa de café en sus manos la cual le ofreció —Gracias amor.— besó su frente.

—Bueno, te podría prestar uno de mis abrigos, sé que te gustan algunos.— se encogió de hombros y Isaac ya rendido asintió, llevándose uno de los abrigos del moreno.

Se despidió de su hijo y de su esposo para luego irse a trabajar, cuando el carro se había perdido de vista, padre e hijo se miraron con unas sonrisas cómplices.

—Bien, aún sigue en pie lo de hoy en la noche, pero en la tarde tengo un paciente así que te quedarás...— el niño lo interrumpió.

—¡Con la abuela y mis tíos!— gritó alegre, Scott asintió con una sonrisa.

—Ahora hay que irnos porque si no, llegas tarde a la escuela.— lo apuró, y el niño tomó rápido su mochila y se la colgó en el hombro para ya poder salir de la casa.

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Horas después ya había acabado la seción con su último paciencia y ya minutos después había vuelto su hijo en un Camaro negro, salió acompañado de un pelinegro robusto, el niño iba de lo más feliz de la vida mientras le contaba que iban a hacer su papá y él en la noche en secreto de su papi Isaac.

—Wow, eso suena divertido.— le dió una gran sonrisa ya llegando a la puerta de la casa.

—Si, el tío Stiles debería hacerlo también pero con tus chaquetas de cuero.— Derek rió por la ocurrencia del niño y tocó el timbre, siendo recibido por Scott.

—¡Hola peque!— el niño corrió a sus brazos y Scott lo cargó. —¿Cómo estuvo? ¿Te divertiste con la abuela y los tíos?— el niño asintió sonriente.

—Si, les he contado lo que haremos hoy en la noche y que es secreto, y tío Stiles se a reído mucho.— Scott rió sabiendo que su hijo en eso era muy parecido él.

—Interesante idea.— dijo Derek y Scott le sonrió —Bien, tengo que irme, Stiles me espera— se dirigió hacia Camden y besó su frente para luego revolver sus cabellos rizados y castaños —, nos vemos Cam-Cam.— el niño asintió con una gran sonrisa y luego Derek se dirigió hacia Scott dándole un asentimiento como despedida y subiendo a su Camaro nuevamente.

Scott entró en casa con su pequeño hijo en brazos y cerró la puerta tras ellos, lo bajó cuando estuvieron a dentro y se quedó a su altura para hablarle.

—Ve a dejar tu mochila y tus cosas en la habitación y trae todo para ponernos manos a la obra, prepararé unos ricos emparedados para después.— Scott apretó con delicadeza sus rosados cachetes y el niño asintió para ir rápidamente escaleras arriba.

Ya en la cocina vió como su hijo bajaba con un montón de bufandas envueltas y las amontonaba en medio de la extensa sala, en dónde habían algunas más y otros materiales.

—¡Listo!— gritó, sentándose ansioso frente a todo —¡Pa, date prisa!— Scott entró en la sala con el plato y los emparedados dejándolos en la mesa y empezando ha armar el gran fuerte que querían hacer.

Luego de algunos enredos, pudieron por fin hacerlo, situaron varios cojines y almohadas, luego algunas sábanas adentro del fuerte que era sosteniendo con sillas y claro, para que él fuerte sea más lindo, tomaron las bufandas de Isaac que eran de colores lindos y muy suaves, para tapar las sillas y que se viera genial, tenía una pequeña entrada y por dentro era muy espaciosa, tenía muchas almohadas y sábanas, y unos cuantos cuentos para Camden.

Scott y su hijo se la pasaron el resto de la tarde dentro del fuerte, sin saber qué hora era ya que Scott no lo admitiría nunca pero los cuentos del pequeño era tan interesantes como cualquier libro de algún famoso escritor. Tanto así que no escucharon cuando la puerta de enfrente se abrió y como Isaac caminaba hacia las escaleras, pero se detuvo al ver un enorme fuerte de muchos colores en medio de su sala, frunció el ceño sin saber que pasaba y se acercó, dándose cuenta que las telas coloridas eran sus tan deseadas bufandas.

—¿Alguien puede decirme qué demonios está pasando aquí?— se escucharon algunos murmullos dentro del fuerte para luego ver cómo una cabeza rizada y castaño se asomaba por la puerta.

—Las groserías no están permitidas en esta casa.— le reclamó su pequeño, y luego salió la cabeza de su esposo.

—Tu hijo tiene razón.— Isaac miró sorprendido a Scott y soltó un suspiro.

—¿Me pueden decir que hacen con mis bufandas?— el niño sonrió.

—Mucho mejor, verás papi, queríamos que nuestro fuerte se viera genial, y tus bufandas eran la mejor opción.— dijo el niño.

—Me las hubieran pedido antes de tomarlas así

—No nos las hubieras prestado si supieras para que eran.— a veces no le gustaba que su esposo lo conociera tanto. Isaac suspiró y analizó el fuerte, ya vencido se agachó a la altura de ambos.

—Entonces, ¿Tiene alguna contraseña para dejarme entrar?— su hijo y esposo sonrieron y le abrieron paso para que entrara a la casa, y los tres se quedaron leyendo cuenta, jalando juegos y disfrutando en familia hasta que el pequeño quedó profundamente dormido.

Otro día en que Isaac confirma que no hubiese deseado mejor familia.

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Okey, antes que nada ¡HOLA!

Estoy re emocionada, ¡1.9k!, ¿Cuándo pasó ésto?, Soy la persona más feliz del mundo de saber que a todas esas personas les ha interesado mis pequeñas historias, realmente lo aprecio, gracias <3

La foto de la multimedia no es mía, crédito a su respectivo/a autor/a.

—Miss Howlett 🍃