Capítulo 2.

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April se iba a infartar.

Arizona acababa de conseguir un empleo en la casa de la mismísima Callie Torres.

Entusiasmada, giró la llave en la cerradura y corrió hacia su amiga, quien veía algo en la televisión.

- Voy a decirte algo pero necesito que lo tomes con calma.

April la encaró.

- Arizona, no me asustes...

- Recuerdas la entrevista que te mencioné?

- La que Carina te consiguió?

Arizona asintió con la cabeza.

- Bien... Comienzo mañana.

- Oh, eso es bueno! Por qué debería tomarmel...

- El empleo es en la casa de Callie Torres.

Kepner rio, incrédula.

- Leí que ella vive en Los Ángeles, pero buen intento.

Arizona tomó su brazo y la encaró seriamente.

- No sé donde leíste eso, pero te lo juro, trabajaré para Callie Torres.

April entrecerró los ojos.

- Tienes una foto?

- No, April, no le pedí una foto. - dijo, poniendose de pie. - Tuve una entrevista con su novio y ella llegó después. No iba a pedirle una foto.

- Puedes pedirle entradas para el próximo concierto?

Arizona rio.

- No, claro que no.

- Pero...

- April, trabajo para Callie Torres! - Robbins dijo, sirviendose un vaso de agua. - Y sabes... Ella es gentíl. Al principio parecía algo amargada, pero no!

Kepner la encaró.

- Y... los rumores son ciertos? - preguntó, con una mirada chismosa.

- Qué rumores?

- Los rumores dicen que su trasero es...

- April! - Arizona la interrumpió. - La verdad es que tenía asuntos más importantes que mirar su trasero!

- Lo dudo.

- Basta. Y sí, su trasero es bonito.

April rio.

Por otro lado, Callie subía al elevador con una tonta sonrisa. Realmente la hizo feliz oír las palabras de Arizona sobre su canción. Ella no necesitaba a alguien que se encargue de la casa, pero quizás no le vendría mal algo de compañía. George era un hombre serio y poco afectivo. Rara vez compartía momentos con su prometida. Ni siquiera algo tan simple como ver una película antes de dormir. Y ahora que partiría a Irak... Bueno, la diferencia no sería muy grande.

- Y bien... Qué te pareció Arizona? - George preguntó, sirviendo una taza de café.

Callie lo encaró, cerrando la puerta.

- Me agrada. Aún así, no creo que la necesite.

- Pero le dije que empezaba mañan...

- No dije que iba a echarla. - interrumpió. - Dije que no creo necesitarla. Pero ella parece necesitar el empleo. Y es amable.

George asintió con la cabeza.

- Es amiga de Carina.

- Carina la amiga de Teddy?

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