UN TRATO Y POCO AMOR ✔ [ ¡¡EN PAPEL!!]

Pt.2; Cap 10

¡Hey, hey!

Al fin, nuevo capítulo. He comenzado vacaciones y estoy poniéndome bien al día con todos los libros. Tengo mes y medio pro delante, así que quizá hayan actualizaciones más a menudo. 

Disfrutad de este nuevo cap. Todavía queda un poco. Y más drama. Y risas. Y locura. 

Os quiero, xx

—

Nuestros gritos, sumados a los del resto, era todo lo que se oía, fundiéndose con la música. Habíamos encontrado otro local, no muy lejos del otro, donde decidimos terminar la noche.

Y ¿Cuál era el panorama?

En resumen, todas borrachas,

¡Como debía ser en una despedida!

Bueno, menos mi hermana Elsa. Quien al final intentaba mantenernos a raya en según que aspectos para que mañana no nos arrepintiésemos de nuestros actos alocados.

Y es que hasta Kaia se había descontrolado tras cambiar de club. Sin embargo, no estaba actuando como normalmente lo haría y eso me quedó grabado.

Algo tenía en su mente que no la dejaba disfrutar de su despedida en paz y estaba bebiendo para lidiar con algo, no para disfrutar de su última vez soltera.

Y yo estaba lo suficientemente borracha como para llevármela a un sitio más tranquilo y preguntarle directamente.

Así que eso hice.

Tras otra actitud extraña por su parte, la tomé del brazo y al arrastré hasta la salida trasera, a regañadientes por su parte.

—¿¡Vas a decirme qué narices te pasa!? —espetó, molesta.

Suspiré, llegando al callejón trasero y me paré frente a ella, intentando parecer lo más sobria posible.

—Kaia, ¿Qué te pasa a ti? —lancé—. Llevas toda la noche haciendo malas caras. Sí, te ríes, pero no estás pasándolo bien.

Su expresión demostró que llevaba razón.

—No me ocurre nada —negó.

Ahogué una risa, incrédula.

—Kaia... Somos hermanas. Sé cuando algo te preocupa.

Desvió la mirada, evitando mis ojos por completo.

—Lua...

—Dímelo —pedí.

Indecisa, miraba al suelo y se cruzó de brazos.

—Os escuché cuando hablasteis en la habitación la semana pasada —musitó.

Parpadeé, perpleja.

—¿Qué?

—Sé que ha sido él el causante de que todo haya salido mal hasta el último momento, sé que le habéis estado cubriendo y arreglando todo. Y sé que él... —suspiró y tragó saliva, volviendo a mirarme a pesar de que no terminó de decirlo.

—Per...

—¡No sé qué siento por él! ¿Vale? —soltó de la nada—. No sé qué está pasándome, pero no logro quitarle de mi mente. Le dije que no me hablase, le he evitado constantemente y estoy consiguiendo todo lo contrario de lo que pretendía. Pienso cada maldito minuto en él.