Ellos lo sabían, amarse estaba mal, no era correcto.
Estaban tan enfermos y lo peor es qué, no deseaban curarse.
Sabían que no estaban hechos el uno para el otro, pero también, que estarían desechos el uno sin el otro.
꒰ ♡ : minho top ¡! seungmin bo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Seungmin, deja de jugar con las niñas!-le gritó su madre con enojo mientras se acercaba para llevárselo.
-¡No, mami!-se aferró a la silla de plástico-¡Quiero seguir jugando al té con mis amigas!
-Los niños no deben jugar con muñecas-lo cargó entre sus brazos y Seungmin estiró sus pequeños bracitos hacía sus amigas, quiénes lo veían con tristeza, adoraban jugar con él-¿Cuántas veces tengo que repetirlo?
-Me gustan las muñecas, mami-lloró sin consuelo-No me gusta jugar con los niños, ellos juegan rudo y me lastiman.
Cuando llegaron a casa, la señora Park dejo a Seungmin en el sofá y llamó a su hijo mayor.
-¡Minho, ven acá!-le gritó y en cuestión de segundos, él pelinegro apareció para sentarse a un lado de su hermanito menor y al observar su llanto, se sintió triste por él.
-¿Si, mami?
-Escúchenme bien los dos, lo voy a repetir por tercera vez-les habló a ambos con el rostro serio-¿Ustedes qué son?
-Niños-respondió Minho, pero Seungmin continuaba sollozando y mirando el suelo.
-¿Qué son, Seungmin?-repitió.
-Somos niños, mamita-se limpió las lágrimas con la tela de su ropa.
-Bien, los niños no deben jugar con las niñas a las muñecas ni al té, no deben vestir colores rosados ni morados, no pueden ponerse mochos en el cabello-habló más alto de lo normal para que Seungmin entendería-Eso es para niñas, ustedes no lo son y es enfermo querer ser una.
Seungmin no quería estar enfermo, pero le gustaba todo aquello que para su madre estaba mal, quería jugar con sus amigas al té, quería usar ropa rosada como ellas y ponerse accesorios en el cabello... ¿por qué no podía hacer lo que le hacía sentir feliz?
-¡Los niños juegan futbol, carritos, a las luchas!-Minho asintió-¿Escucharon?
-Si, mami-contestó el pelinegro y ella sonrió.
-Tú siempre tan obediente-acarició su cabello-Nunca tengo problemas contigo.
Y así era, Minho hacía todo lo que a su madre le parecía correcto, jugar futbol, carritos, no quería ropa rosada ni accesorios como su hermanito menor y eso le hacía feliz a ella.
-¿Escuchaste, Seungminnie?-élsintió y con los ojitos cristalizados, se dirigió a su habitación para seguir llorando, en verdad quería seguir jugando con sus amiguitas, la pasaba tan bien y era feliz. Solo cuando se encontraba en casa de su mejor amigo, Lee Felix podía sentirse libre y muy, pero muy feliz, la señora Lee era tan buena, siempre los dejaba jugar a lo que querían y usar la ropa que deseaban, a Felix si le dejaban jugar con muñecas y al té y era por eso que adoraba quedarse ahí, pero claro, la señora Park no tenía ni idea o sería un gran problema.
