ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 1

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⚠︎ manga spoiler ⚠︎
capítulo 130 en adelante


















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" La luz del sol al romper el alba "
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Un fuerte ruido la saco de sus pensamientos, dejo de preparar aquellas medicinas para ir en esa dirección.

Le habían encargado reponer medicamentos en el dojo Shinazugawa, ya que había bastantes heridos debió al entrenamiento de pilares que los cazadores estaban recibiendo.

Corrio por los pastillos para encontrarse con parades rotas y afuera del lugar, Tanjiro y Genya arriba de una de las puertas que habían sido sacadas de lugar.

—Entonces primero te voy a dejar incapacitado a vos.

Sanemi se acercó al pelirrojo para golpearlo, este alcanzó a defenderse un poco del ataque.

La peliazul corrió hacia Genya tomándolo de la muñeca para sacarlo del lugar.

—Ahora que hiciste para que te quiera incapacitar. — corrían juntos.

—Le dije que comí carne de demonio...

—¿Pero sos tonto? — se giró al verlo, él miraba el suelo con pena.

—Perdón. — a pesar de lo testarudo y la vergüenza que le daba hablar con mujeres, con ella era distinto, podía ser él mismo, era como su hermana mayor.

—Está bien, no pidas perdón, entiendo que solo querías mejorar la situación con él.

—Gracias, Kaze-san.

—No hay de que. — sonrió leve —Ahora voy a ir a ver a tu hermano, temo que le haga algo a Tanjiro.

—Está bien.

—Luego vuelvo. — corrió en aquella dirección.

Llego encontrándose con una escena de película, todos los cazadores arriba de Sanemi intentando detenerlo.

—¡Todos ustedes! — elevó la voz —Déjenlo en paz. — se acercó tomando a los cazadores y corriéndolos a un lado. Le dio una vista rápida al pilar y se puso delante de Tanjiro por si acaso.

—Muévete, Sumire.

—No, primero cálmate.

—Tsk. — tomó la muñeca de la chica llevándola hacia adentro, lejos de los demás.

—¿Qué? — se cursó de brazos.

—Quédate aquí y no te muevas. — la apunto con el ceño fruncido para comenzar a irse.

—Si piensas que me voy a quedar viendo como golpeas al niño por decirte la verdad estás muy equivocado, Sanemi. — camino a su lado.

—Vuelve a tu finca, molesta.

—Si no estaba yo seguramente iban estar peleando y perdiendo el tiempo.

—Eso no es de tu incumbencia.

Rodo los ojos, parecía que no tenía arreglo, lo conocía desde que había entrado al escuadrón ya que solo se llevaban un año de edad y siempre había sido así.

Curo los raspones y chequeo que los cazadores que se encontraban "entrenando" con Sanemi estuvieran en condiciones. Cuando termino volvió a buscar a Genya que todavía estaba detrás de los árboles donde ella lo había dejado.

—Ya puedas salir. — río —¿Me esperaste todo este tiempo?

—No tenía otra cosa que hacer. — sonrió ligeramente.

—¡Bien! Es tu turno del chequeo, luego puedes seguir entrenando, si quieres hagámoslo juntos.

—¿En serio?

—Claro, yo también debo prepararme para la lucha contra Muzan.

—Tu tampoco podrías usar respiraciones, ¿Verdad?

—Si. — suspiró —Por eso no soy parte del escuadrón, pero entreno igualmente, ya sabes si se aparece un demonio cuando estoy caminando de noche o curando algún herido. — movió sus manos produciendo un ambiente más "terrorífico" cosa que le sacó una sonrisa al menor.

—...

—¡Ah! Pero tu si eres parte, cuánta determinación. — asintió varias veces —Eres indicado para enseñarme.

—¿Tienes tu katana?

—Sip, me la dieron cuando pase la prueba.

—Okey, te ayudaré.

すみれ

—¿Sanemi? Permiso. — tocó levemente la puerta.

—¿Qué quieres?

—Quiero hacerte un chequeo antes de irme, órdenes de Shinobu-san. — se atajo antes que le dijera que no.

—Está bien. — suspiró sacándose la camisa.

—Está es nueva. — pasó su dedo por la reciente cicatriz en el torzo del chico.

—Ahg, si.

—¿Te hice doler? Perdón. — sacó su estetoscopio y un par de herramientas más, para realizar la revisión.

—¿Por qué Kocho siempre te manda a hacer esto?

—Ella está trabajado en cosas más importantes.

—Mh.

—No digo que su salud no sea importante. — se desesperó por su comentario que pudo mal entenderse —Pero con sus habilidades está preparando remedios, venenos, entrenado y esas cosas de pilares.

—Entiendo.

—Por lo que veo esta todo bien, te dejaré una crema para que te pongas en tu cicatriz así sana más rápido.

—Bien.

—Sanemi.

—¿Hm?

—Quería preguntarte si podría quedarme algunos días aquí.

—¿Para qué?

—Quiero entrenar mis habilidades de katana con tu hermano y bueno él está aquí, Shinobu me dio permiso. — sonrió.

—Yo no tengo hermano.

—Si lo tienes y su nombre es Genya. — se cruzó de brazos, le molestaba la forma en que lo trataba.

—Hay habitaciones libres, manéjate. — ignoró lo dicho anteriormente.

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バイ • 海

LO QUE PERDIMOS   |   Sanemi ShinazugawaWhere stories live. Discover now