Parte 1: Mara, no haremos eso.

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-Es una idea descabellada. ¿Qué dirían las chicas si nos vamos así como así?

-No se enterarán. Solo te casas una vez en la vida, Adora. ¡Una sola vez!

Adam llevaba 2 matrimonios. No era quién para decirme eso.

-Además, solo es un fin de semana. ¿Nunca quisiste conocer un verdadero paraíso? En definitiva no viviría ahí, pero para vacacionar, no me negaría -Defendía Bow, mi mejor amigo, la idea de mi hermano.

-No es eso, amigos. Es solo que no quiero tropezar. Amo a Glimmer y se volverá mi esposa, pero no creo que sea lo correcto hacer turismo sexual.

-No es turismo sexual. Vamos 4 días a Cuba de turistas. Da la casualidad que será tu despedida de soltera justamente en ese viaje. Anímate y empaca que nos vamos mañana temprano y ya no está a discusión.

No tenía otra opción. Me encontraba en la cima del mundo (de mi mundo, en ese momento). Terminé mis estudios en administración, conseguí un buen empleo, tenía una novia hermosa a la que amaba y vivíamos juntas desde hacía ya 2 años hasta que me decidí a pedirle que fuera mi esposa. La pedida de mano fue maravillosa. Su padre lloró, su madre se enojó y me amenazó de muerte. Me llevaba bien con ambos, pero robar a su hija única, era otra historia mas difícil. Desde que aceptó ir a vivir conmigo, comenzaron las dificultades con su madre, solía meterse mucho en nuestra relación ya que no me creía suficiente para su "princesa". En fin, estaba demostrando que sí era suficiente y mas para ella. De igual manera Glimm tenía un temple de acero y el manejar el marketing completo de la empresa de su padre, era aquello que le daba el toque especial. Había nacido para dirigir el mundo. Quizá de principio arruinaba las cosas, pero nadie nace sabiendo hacerlas.

Pensaba en esto mientras arreglaba mi maleta. Supuse que si era como en las películas, haría bastante calor, después de todo, habíamos decidido casarnos en agosto. En 7 días ella sería mi esposa. Estaba nerviosa, pero nunca dudé en hacerlo. Era alguien de palabra y cumpliría con la promesa que había hecho.

Era el orgullo de mis padres, Adam siempre había sido el rebelde y tocó que depositaran sus sueños y esperanzas en mi. El lado malo es que no les daría un nieto, según palabras de papá. Pero mi meta no era tener hijos. Los niños nunca se me dieron. Veía la paternidad que ejercía Adam y no era muy de mi agrado. Ver a su hija cada semana por 2 horas y darle un poco de dinero no sonaba a que fuese responsable. En fin, eran temas menores.

Me fuí a dormir con la maleta casi terminada. Quizá solo me faltaría ropa interior. No podía ir de viaje sin suficiente ropa interior.

Por la mañana llegaron los chicos y me lanzaron al baño.

-Tomarás una ducha de 10 minutos y debes estár lista ya. Debemos estár abordando en 3 horas.

Sonaba Adam tras la puerta.

Hice lo que me pidieron y salí ya vestida tras 20 minutos. No podían pedir menos.

Mi otra hermana, Mara, nos llevaría al aeropuerto. Ella iría con nosotros, pero dejaría el auto cerca de casa de su amiga Hope para no tener problemas al regresar. Una mala planeación para un viaje sorpresa. Después de todo, era el viaje de los Grayskull, Bow y Perfuma, amiga de todos, la raíz que te mantenía en piso firme.
Cantamos el disco completo de Bad Bunny pensando que sería divertido saber un poco mas de español.

Éramos texanos, deberíamos saber un poco mas dado que convivíamos a diario con latinos.

-No sé qué diablos dice, pero es muy pejajoso el ritmo. La vamos a pasar taaaaan genial -Reía Adam.

-¿Tendremos mujeres lindas a nuestra disposición?

-Tu si, quizá. Yo estoy comprometida.

Mostraba mi anillo al público.

-Vete al diablo. Es tu último fin de semana soltera, sueltate un poco el pelo y disfruta como si estuvieras en preparatoria. Bebe y si se da algo, tómalo. En este momento, ya no estás comprometida -Defendía Mara mientras quitaba mi anillo de compromiso y se lo guardaba en la bolsa. -Menos mal que todavía no deja marca.

Llegamos al aeropuerto, abordamos entre el caos y viajamos unas pocas horas haciendo escala en Miami.

-¿No era mas fácil hacer todo en Miami?

-No es lo mismo. Tienes que vivir Cuba, Adora. Beberemos hasta morir y tendremos sexo entre todos.

Giramos la cabeza al mismo tiempo para entender bien lo que Mara acababa de decir.

-¿Eres tonta acaso? -Defendí.

-Bueno, no entre nosotros. Sería asqueroso. Nunca sabes qué pasará.

Llegamos al aeropuerto internacional de La Habana. Todo parecía bien. Buscamos nuestras maletas y salimos buscando un taxi. Era como si el tiempo jamás hubiese tocado cuba. Taxis antiguos y un montón de turistas. Se veía hermoso y hacía calor.

Pedimos con el buen español de Mara que un taxi nos llevara al hotel donde habían reservado.

-¡Les juro que no se veía así en las fotos!

Bow se había designado como el encargado del hospedaje. Buscó el hotel mas barato de la lista y sorpresa, era un hostal de dudosa higiene. Afortunadamente no pagó por adelantado y pudimos huir hacía un Airbnb que Mara tenía como respaldo por si pasaba justamente eso.

-Era obvio que en el afán de Bow de ahorrar, nos pasaría esto. Separé el fin de semana en una casita a las orillas de la costa. Nos irá bien. Está a pocos minutos de la playa y tenemos muchos restaurantes y bares cerca. Que el Jetlag no nos detenga.

Me encontraba destrozada, el vuelo pese a no ser tan largo, me había dejado un sabor de boca extraño. No tenía un buen presentimiento acerca del viaje. Solo viviría el momento y ya.

El calor me mataba. Era húmedo y estaba pegajosa. La casita era de 4 habitaciones y eramos 5. Adam corrió a reclamar una habitación para el solo "por sí conseguía algo". Mara y Perfuma eligieron la mas grande con salida al balcón para que ninguna tuviera que compartir con Bow o conmigo.

Me tocó pelear por la del piso de abajo. No era muy grande, pero tenía baño propio, eso me daba oportunidad de poseer privacidad.

Terminaba de bañarme justo para la caída del sol. Listos para disfrutar de una fiesta de jueves en la playa. Entramos a un restaurante pequeño cerca de donde nos hospedamos. Necesitábamos comer un poco antes de comenzar a beber. Pedimos al azar y afortunadamente nos gustó cada uno de los platillos.

Mara era la encargada de pedir todo. Fluía muy bien en español. Con algo de acento, pero bastante buena. Había sido embajadora de la comunidad latina en San Antonio antes de entrar a la universidad. Después de todo, su papá era latino. Mara era media hermana de Adam y mia. Mamá había tenido un matrimonio fallido antes de casarse con Randor.

-Muy bien, los locales recomiendan un lugar donde hay música en vivo, bebidas, baile y ambiente. Iremos, revisaremos si nos gusta y podemos probar suerte en mas lugares.

Perfuma estaba altamente de acuerdo con la idea de Mara. Caminamos un poco bajo el calor de la noche hasta llegar al lugar.

Havanna: Despedida.Where stories live. Discover now