me sudaban las manos, tenía que dejar de ponerme nerviosa por todo. pero no podía, okay, así soy. estaba en el aeropuerto de buenos aires esperando a por mi maleta. miraba para todos lados intentando ver a iván o a rodri pero no los veía.
—amigo, ¿y mi malet-? ah, está allá.- dije, le hablaba a la cámara mientras bajaba mi tapabocas para que se me escuchase mejor. —llegué y no lo puedo creer. acá está la maletuki pero no veo a mis amigos aún.- dije haciendo puntitas. —creo que me van a querer linchar en los comentarios porque no les avisé pero les juro que van a disfrutar del vlog y del contenido que vamos a hacer.
solamente pensaba en un morocho alto y en que quería estar en sus brazos ya. seguí paseándome mientras le escribía a donde chucha estaban. les avisé que estaba al lado de la escalera por si no me veían.
—el viaje fue un dolor de cabeza, como presentía me duele el culo. estoy medio chivada y quiero dormir, ya me está afectando-
—¿kie?
escuché a mis espaldas una voz que reconocí demasiado bien. aún con la cámara en mano, me giré y lo vi. estaba con un jogging y un canguro como siempre solía estar, pero verlo en persona era otra cosa. no llevaba lentes y tenía su celu en mano, se notaba que estaba grabando.
—vení abrazame, pelotuda.- soltó achinando los ojos y corrí hasta el un par de pasos con una sonrisa de oreja a oreja.
lo rodeé por el cuello haciendo puntitas porque no le alcanzaba, él enrolló sus brazos en mi cintura con fuerza. no mentía cuando dijo que no me iba a soltar. besó repetidamente mi cachete mientras me saludaba diciendo muchas veces hola bebé con voz suave.
lo quería, y demasiado, y me estaba comenzando a asustar. nosotros no podíamos estar juntos por la distancia. esas relaciones son de las peores y nunca llevan a bien, y tampoco quiero perder su amistad por arriesgarme a algo que no se como seguirá. pero me picaba el no poder sentir nuestra relación como otra.
—ah, y yo qué.- escuché una segunda voz y me separé finalmente. rodri nos miraba con los brazos cruzados. caminé un poco y lo abracé de la misma forma. ver a tus amigos de línea en la vida real era otra cosa, en serio. —no llores, tonta.- dijo al escuchar que me sonaba los mocos.
—no lo puedo creer chabón.- dije separándome y mirándoles. se notaba la diferencia de altura y me causó gracia, aunque carre me pasaba por media cabeza. —miren boludo, yo si cumplo mis promesas. acá por los cincuenta días en el hardcore.- dije hacia la cam.
ellos se rieron y la apagué. hablamos un poco mientras caminábamos hacia afuera, de como fue el vuelo y si los espere mucho. iván tenía su brazo alrededor de mis hombros y rodri llevaba mi bolso. llegamos hasta su auto donde finalmente nos pudimos sacar los barbijos y hablar con comodidad.
—no sabes lo que nos pasó antes de llegar, íbamos a estar como media hora antes. podes creer que nos detuvo la cana.- comentó el petiso. —nono, nunca me paran. te lo juro, y yo le decía todo nervioso al policía que teníamos que venir a buscarte.
solté una carcajada. —estaba todo tenso entregándole los papeles y el tipo nos miraba re raro.- agregó el del asiento de copiloto. —pero llegamos bien.
—así es. ahora estamos juntos, siento que estoy en un sueño.- bromeé. iván se giró a verme y le sonreí. me indicó que me acerqué y dejó otro beso en mi cachete. si desde que lo vi no me bajaba el ritmo cardiaco ahora probablemente tenía taquicardia.
—finalmente estás acá.- dijo suave y me derretí.
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kiaralaurent 1m
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