❝𝐌𝐘 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐁𝐎𝐘❞ | emma sano

8

Plática.

A la mañana siguiente después de que pasara el 11 de febrero. Emma volvió a ir a su trabajo, pasaron por ella y la dejaron en la gran casa, lo raro es que aquel joven no estaba en casa bueno aunque era algo normal por su trabajo y sus obligaciones había algo que a ella no le daba "muy" buena espina que digamos.

Por mientras jugaba con el bebé, sintió un escalofrío que le recorrió toda la espalda. Por su intuición agarró al bebé y lo abrazo fuerte como si dependiera de ello, y voltio a la dirección donde ella sentía una mirada muy fija.

Alis estaba en la puerta mirándola fijamente, Emma sentía que la mataba con la mirada lo único en su mente era cuidar al niño antes de avisarle a una de las mucamas que estaban trabajando justo en ese momento, la voz de aquella mujer la saco de sus pensamientos.

—Oye tú, rubiecita ¿Quién te crees que eres para estar aquí? ¡¿Acaso viniste a robarme el puesto?!

«Si supieras que yo solo quiero estar a su lado sin necesidad de tener dinero en mi mano» Emma solo se tranquilizó antes de que ella le pudiera hacer daño a ella o al bebé.

—¡Contéstame maldita sea! Soy superior a tí, escoria.

—El echo de que seas una hija mimada no te hace superior a ella, y tú misma lo sabes y te podría decir que ella es aún más superior a tí, en la: inteligencia, su fortaleza, y en todo caso en su gran comportamiento.

La voz del joven se escuchó por toda la habitación quedando en completo silencio. Alis sudaba frío y Emma sonreía complacida con aquella acción que tomo el joven, la pelinegra solo hizo una media vuelta y se tiró en los brazos del muchacho.

—¡T/N, cielo! ¿Acaso me has cambiado por esta?

—Sí, y "esta" tiene un nombre de la cuál, de tu boca no saldrá un nombre tan perfecto. ¿Qué haces aquí?

—Uhg, eh venido hablar contigo sobre el compromiso mío y de tu hermano menor. Además de que ahora que estoy embarazada, podrías ayudarme. . .

—No, para nada te voy a ayudar. Recuerda que tú misma hiciste este berrinche por solo "no darte atención", ahora te puedes ir por aquella puerta en la que entraste que aquí yo no te quiero.

Emma se mantenía pegada al pecho del muchacho mientras ella tenía al bebé entre sus brazos dándole mimos. Mantenía su brazo en su cintura sin hacerle daño, o faltarle el respeto.

Cuando por fin te habías librado de aquella mujer, quitaste rápidamente tu mano de la cintura de Emma. A la cuál solo se centro en dormir aquel bebé que solo dormía y comía.

—Lamento que hayas pasado está situación, debí haber llegado a tiempo para haberte defendido desde el momento que llegó.

—Realmente tu acción se me hizo muy caballerosa. Gracias por ayudarme.

—¿La llevo a su casa, señorita? Debes estar cansada.

El rostro de Emma se volvió rojo por aquel "señorita". Oh dios lo único que quería era pasar tiempo con su jefe, adoraba los momentos que pasaban juntos parecían una familia.

—Sí, está bien.

—Debo hablar seriamente con ella, tal parece que aún está resentida por lo de hace unos meses.

—Oh, no se preocupe T/N. Entiendo la situación, creo que debí haberle respondido.

—Hey, lo que ella haya dicho no tiene nada que ver. Eres fuerte, y no te deben de afectar este tipo de palabras.

Él muchacho le daba palabras de apoyo por la situación que había pasado. Emma solo dejaba ver una sonrisa muy complacida por las palabras de T/N.

T/N había llevado a Emma hasta su casa, dejándola en la puerta donde estaba Draken, Baji y Mikey quién vio el carro estacionado enfrente de su casa.

—Oh parece que ya llegó mi hermana— Mikey estaba realmente feliz, no había pasado unos cuantos días sin su hermanita que ya la extrañaba tanto.

Draken solo veía ese carro tratando de analizar todo tipo de detalles. Claramente no se veían carros tan lujosos por esas calles, muy apenas se podían ver en las carreteras más circuladas. Analizo el cuerpo de él muchacho quien traía a emma, consigo se dió cuenta de que también llevaba un traje válido en mucho dinero, era fuerte y sobre todo tenía muchos lujos en aquel carro.

—Yo aquí me despido, gracias por traerme T/N.

—No es nada Emma, a sido un paseo realmente lindo. Nos veremos hasta el lunes, adiós.

Emma cerró la puerta del carro agitando su mano despidiéndose del muchacho quien dió la vuelta y se fue. Mikey no se aguanto más y abrazo a su hermana.

—¡Emma te extrañe mucho!

—Mikey nos vemos todos los días, tan solo las mañanas no estoy aquí.

—Para mí es una eternidad, hermanita.

—Ugh, que voy a hacer contigo —Emma se fijó que ahí estaba Draken y Baji quien tenía una sonrisa en su cara, mientras el rubio con trenza tenía su típica expresión seria.

Ella le sonrió en forma de saludo porque era comprimida por los brazos de Mikey, el solo bufo pero también había sonreído.

Solo era el comienzo de una amistad que terminaría en una relación.

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(Editado)