Jealousy 🔺️SANWOO🔻 [Adaptación]

I'm sorry

Wooyoung enterraba su rostro en sus rodillas, mientras lloraba ruidosamente y su pecho dolía.

Había tenido una discusión muy fuerte con San, de no ser que este se fue, hubieran terminado.

4 años se hubieran ido a la basura muy fácilmente.

Justo un día antes de su aniversario.

Flash back.

—¡Ya te dije que no tengo nada que ver con ella Wooyoung!—Gritó San mientras intentaba acercarse a Wooyoung quien negaba y lloraba.

—T-te vi hablando con ella muy s-sonriente San y ni decir de que has estado muy cortante c-conmigo.—Wooyoung limpió sus ojos.

—No me has dejado explicarte.—Wooyoung negó.

—Vete San, puedes irte con ella.

Este negó mientras lo intentaba tomar entre sus brazos.

—¡Vete San!¡No quiero verte!— Wooyoung golpeó el pecho del más alto con sus manos, mientras lloraba.

—Déjame explicarte amor.

—No me digas amor idiota, vete con ella.

Wooyoung lo empujó haciendo que San cayera al suelo.

—No me estés empujando Wooyoung, no te estoy golpeando.

Lo que menos le gustaba a San era pelear a golpes, era algo innecesario.

—¿Quieres pegarme también? Hazlo, duele más mi corazón que tus golpes, hazlo.

San rodo los ojos mientras negaba.

—Sabes que nunca te pegaría Wooyoung, eso lo sabes bien.

Wooyoung se dio la vuelta caminando, caminando hasta las escaleras mientras limpiaba su rostro, San lo seguía mientras intentaba tomar su cintura.

Mierda, no le gustaba estar así con Wooyoung, no cuando tenía planeado hacer algo para ellos.

—Vete San, no quiero verte.

Y creerán que Wooyoung esta loco por solo hablarle a una chica pero ese no era el problema, ella había sido novia de San antes de que ellos se hicieran novios, y aunque ellos terminaron bien, el sentía esa inseguridad, la chica era linda, el no.

—Iré a dar una vuelta, espérame en la cama.

Wooyoung no dijo nada y entro a su habitación, cerrándole la puerta en la cara a San.

Fin flash back.

Wooyoung sollozaba abrazando la almohada con olor a San, ya habían pasado 2 horas desde que se había ido, estaba preocupado pues ya era muy tarde, era casi la media noche.

Sus ojos ardían por tanto llorar, tomó su teléfono y marco al número de su novio.

Gracias a Dios contesto.