Capítulo 13: Nuestros días de entrenamiento

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*Marcee

Lo primero que sentí al despertar fue un delicioso olor que provenía de la cocina y Jackie no estaba en la cama conmigo, creo que ya sé cuál es la causa. Me puse una bata para cubrirme y bajé a la cocina para encontrarme con Jackie preparando el desayuno:

- Buenos días, mi amor - Le dije mientras la abrazaba desde atrás.

- Buenos días, querida - Me respondió.

- Huele delicioso - Le dije mientras ella comenzaba a servir la comida.

- Pues no te contengas - Me dijo para después servirme su especialidad culinaria.

Un clásico desayuno francés: Bollería, croissants y pains au chocolat, bollo y caracolas con pasas acompañado de baguettes y tostadas con mantequilla muy deliciosas y que a ella le quedan de maravilla. Luego de comer pude darme cuenta de que algo le preocupaba, nunca fue muy buena para guardar un secreto o esconder lo que sentía, esa es una de las razones por las que me casé con ella. Decidí preguntarle por el tema apenas salí de la ducha luego del desayuno:

- Oye - La llamé mientras Jackie terminaba de lavar los platos - En el desayuno te noté preocupada ¿Está todo bien?

- Conmigo sí, pero no sé cómo estará todo en unos días - Me respondió cabizbaja.

Luego de que los chicos se fueran Ras convocó una reunión de emergencia con Logan, Jackie y algunos miembros más que eran importantes para la orden. Les informó sobre la amenaza que Ivan representaba y que era crucial tener las rutas de evacuación habilitadas cuánto antes, los suministros médicos abastecidos al máximo y duplicar la seguridad del templo. Cosa que se logró en menos de un día. Sin embargo, seguíamos preocupados por la amenaza de un posible ataque.

Hoy tenemos que hacer un inventario en el ala médica y asegurarnos de que la seguridad esté reforzada, en pocas palabras: Será un día ocupado. Jackie se notaba muy cansada y la verdad es que yo también lo estoy:

- Bueno, solo podemos prepararnos para lo peor y esperar a que nunca ocurra - Fue todo lo que pude decirle, ella me miró con dulzura y me respondió.

- En toda mi vida solamente cargo con un remordimiento - Y volteó la mirada a una habitación en dónde se encontraba un cuarto lleno de cajas y demás artículos.

Ese se suponía que sería el cuarto para nuestro hijo, pero jamás pudimos tener uno. Todavía recuerdo el día que llegamos a esta casa por primera vez, cuando vimos ese cuarto inmediatamente nos emocionamos pensando cómo pondríamos la cuna, los juguetes, de qué color la pintaríamos y qué cortinas pondríamos en la ventana, pero ese niño nunca llegó.

Uno creería que apenas legalizados los matrimonios homosexuales también se legalizaría la adopción y concepción para parejas del mismo sexo, pero eso no pasó. Para cuándo todo estuvo listo nuestra edad fértil ya se había terminado. Pensamos seriamente en la adopción, pero Ras nos sorprendió con un ascenso para que yo fuera la Estrella del Agua y que Jackie fuese la jefa del cuerpo médico. Esos dos trabajos nos mantendrían ocupadas por mucho tiempo y entonces nos hicimos la pregunta "¿De verdad podremos ser buenas madres?" Ambas estuvimos de acuerdo en que no podríamos.

La noche en la que tomamos esa decisión lloramos hasta quedarnos dormidas, fue la decisión más difícil que tuvimos que tomar. Han pasado cinco años desde ese día y todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Cuando regresé a mirarla noté que una lágrima caía por su mejilla. La abracé y estuvimos así por un buen rato hasta que sentí algunos besos en mi cuello:

- Llegaremos tarde - Le dije tratando de que no se alejara de mí.

- No me importa - Me respondió.

- No has cambiado en nada - Le dije haciendo que me mirara a los ojos - Sigues siendo esa misma chica de nuestros días de entrenamiento - La besé en los labios y al separarnos me dirigí hasta su oreja - Solo será un rapidito ¿De acuerdo?

Libro 5 | Saga Elementos | Agua: La Hija del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora