01- Helado.

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¿Qué tan mierda puede llegar a ser el mundo, aún cuando das lo mejor de ti?
Me llevó preguntando eso por mucho tiempo, miles de respuestas vienen a mi mente pero, ningúna es la correcta, es porque ¿No la hay, acaso?
¿Qué caso tiene esto? ¿Qué sentido tiene? Estoy arto de todo, no se como describir lo desgarrador qué me siento, es difícil expresarme ante la forma de pensar de los demás, simplemente nadie entendería mejor que uno mismo.

La vida es una mierda.

XX: - Joven Jeon, me esta escuchando? -
Preguntó la mujer de silueta delgada frente a él con un semblante tranquilo.

JK: - Si, lo siento. -
Levanto la mirada saliendo de sus absueltos pensamientos.
- He estado bien, no hay nada nuevo, ni de qué preocuparse, podemos acabar con esto ya? -

XX: La mujer solo soltó un suspiro dandose por vencida una ves más.
- Está bien, Jeon, pero no puedes hacer esto toda la vida, tus padres están preocupados por eso hacen esto, puedes entender? -

JK: -¿Qué? Porfavor no me haga reír.-
La miro enojado junto con una sonrisa burlona.
-Qué insolencia, usted no sabe nada, es mejor que cierre la boca, ellos me mandaron aquí solo por qué no hayan qué hacer conmigo ya, cree que le importó a ellos? No vuelva a repetir algo tan estúpido. -
Salió enojado de aquella habitación a pasos largos y rápidos dirigiéndose al auto.

C: - Señor ha terminado tan rápido?-
Pregunto el chofer recargado sobre el auto.

JK: -No es de tu incumbencia, pero si me ves aquí, es más que claro que si, no lo crees? -
Subío al auto en cuanto el chofer abrió la puerta trasera, y solo pudo escuchar un lo siento en voz baja.
- Llevame al centro comercial. -

Aquel hombre obedeció ante la orden dada por el menor, condujo hacía el centro comercial que estaba a unas cuadras del centro de Psicología, el menor odiaba las terapias, odiaba asistir solo por la presión y obligación de sus padres, cómo de costumbre al término de cada sesión pedía ir al centro comercial por un helado, y ¿por qué ahí?, sencillo, los helados de aquel sitio eran únicos, de todos los lados donde había probado miles de sabores y diferentes consistencias de helado no era suficiente para igualar o superar los de aquel lugar, eran sus favoritos.

C: - Jovén, llegamos, lo estaré esperando en el estacionamiento. -
Dijo mirando por el retrovisor cómo el peligris bajaba del auto sin decir una sola palabra, al cerrar la puerta el chofer desapareció enseguida.

Jeon camino por los pasillos del centro comercial hasta llegar al local qué contenía los mejores helados, almenos para el.

JK: - Buenas tardes. -
Hablo al no visualizar al personal cerca del mostrador.

X: - Oh, qué tal joven Jeon, el mismo de siempre o probara otro sabor? -
Habló una chica de tes clara y una sonrisa amable.

JK: - Sabes noona, creo que me conoces bien cómo para saber la respuesta, no es así?-
Rio mirando el rostro frente a él ahora con una expresión de burla.

N: - El mismo de siempre, ya lo sé, pero vamos, jungkook, bien puedes probar otros sabores. -
Mencionó mientras colocaba las bolas de helado sobre un cómo de sabor chocolate.
- Dime, cómo te fue hoy? Volviste a salir sin cooperar nuevamente? -

JK: Solto un suspiro pesado, mirando cómo dejaba caer la última bola de helado sobre el cono.
-Bien sabes que esa idea es tan patética, odio estar ahí sentado frente a la psicologa con su rostro tan clamado. -

N: -Ya esperaba esa respuesta, toma.-
Le extendió el cono con helado envuelto en una servilleta.
- Eres tan testarudo, no me sorprende para nada y se que tus padres al igual que la psicologa pierden solo el tiempo, por que jamás aras lo que te piden, o me equívoco?

JK: - Noona, nadie me conoce mejor que tú, cuanta razón tienes. -
Sonrio dando la primer lamida a su delicioso helado.
-Mmm tan bueno, esta ocasión invitas tú, ¿verdad? -
Rio divertido.

N: - Mocoso! Me las pagaras! -
Soltó un golpe en el hombro del menor aceptando dicha petición sin más.
- Ven aquí!! -

Después de una mañana pesada realizando unas entregas que vendí por medio de Internet termine exhausto, caminar tantos kilómetros no había sido la mejor idea, y el calor abrasador hacia más terrible mi cansancio, decidí que quería un helado por lo que entre al centro comercial dónde se encontraban mis helados favoritos.
Mis padres estarían fuera por unos días por lo que ahora no me preocupaba llegar tarde o algo por el estilo, camine con lentitud mirando todo a mi alrededor hasta llegar finalmente al local. Al llegar reí al ver a la encargada gritándole y pegándole a un chico de tes blanquecina, alto, que podría decir me pasaba por lo menos 5cm, cuerpo bien trabajado y una voz un tanto gruesa y ronca a la vez.

Es demasiado guapo.

Decidí acercarme por completo e interrumpir en dicha discusión.

Th: - Buenas tardes, lamento interrumpir pero...

N: - Oh, no te preocupes, está bien, dime que te voy a dar? -

JK: - Rio al notar la mirada fulminadora que le dio aquella chica rebelde, se dió la media vuelta para ver a la persona que lo salvó de ser golpeado por su noona.

Vaya.

Penso al mirarlo, un chico demasiado lindo con facciones tan suaves y tiernas, piel acanalada, una figura muy delgada para ser un chico, su cabello color café, una sonrisa cuadrada y unos ojos muy cautivadores, unos centímetros más bajo que yo.

Es hermoso.

Th: - Bueno podrías darme un helado de vainilla con fresa, porfavor, en un cono de chocolate. -
Sonrio un poco nervioso al sentir la mirada de aquel chico a su lado, al voltear por inercia le dedico una sonrisa, su rostro era inimaginable, unos ojos grandes, brillantes y hermosos, poseedores de galaxias en ellos, sus labios de tono carmesí con ese piercing en el labio inferior y ceja, su rostro era varonil pero también tierno.

JK: - Acaso tengo algo en la cara? -
Pregunto por la manera tan ida en que era visto.

Th: - Y-yo no, lo siento. -
Agacho la cabeza al darse cuenta que se había quedado como un bobo mirándolo, pudo notar cómo sus mejillas se enrojecian ate ello.

N: - Aquí tienes Tae, un día cansado verdad? -
Le entregó el helado con una sonrisa.

Th: Asintió mientras daba la primer probada a su helado.
- Así es Jess, desde la mañana tuve que hacer unas entregas, y el sol fuerte no ayuda, entonces vine, por que nada mejor para el cansancio que un helado, ¿cierto? -
Sonrió aún tímido por el chico a su lado.

N: - Tienes toda la razón, y tú!-
Dirigió la mirada al peligris.
- Me debes una salida. -

JK: - Lo que digas noona, avisame cuando salgas, iré por ti, te parece bien? -
La miro obteniendo un asentimiento de cabeza.
- Bien entonces, nos vemos, a propósito, ella invita, Tae. -
Reí saliendo de ahí rápidamente.

N: - Mocoso!!-

Th: Rio ante tal escena por el peligris, saco su cartera estando dispuesto a pagar.
- Se ve que son muy unidos y que te causa dolor de cabeza, toma. -

Jess: - Si, pero es un buen chico, oh! No Tae, yo invito, enserio. -

Th: - Muy bien, gracias Jess y el es muy guapo.-
Le sonrio al recordarlo, definitivamente quería volver a verlo.
- Nos vemos. -
Se despedio y salió a pasos lentos.

Ese chico, de alguna manera se robo toda su atención, su cara se quedó marcada en el, tan apuesto, y por lo que escucho  más joven que el, cómo era eso posible?

Te volveré a encontrar.

◐Δ†яɑρɑ∂๏ P๏я Ŧı. ◐  /KOOKV/ Where stories live. Discover now