Peaches | SunKi ﹔NikSun ꒧

Primer Intento

El rubio ya estaba harto, realmente harto.

No importa que cosas hiciera, los planes que tenía, Wonyoung arruinaba sus planes siempre.

Pero ya no pasaría más, tenía un plan infalible, ¿Cuál era su plan?, Podía resumirse en una sola palabra, Duraznos.

¿Que? ya intento con flores, postres, pero siempre le salía todo mal, cómo la vez que le fue a regalar flores a Sunoo a su casa, y fue Yuna quien le abrió la puerta, y ya se imaginan lo demás.

Desde ahí aprendió a no hablar tan rápido, no podía olvidar la cara de la pobre Yuna, tuvo que contarle los sentimientos por su hermano, y ella, se lo tomó bien.

Un poco.

Pero, estuvo planeando esto una semana entera, y si no podía hacerlo está semana, se iba a rendir.

Primero lo primero, fragancia olor a duraznos, Sunoo los amaba, decía que tenían un olor tan dulce, y talvez, eso llame la atención del pelinegro.

- Solo un poquito - el japonés se colocó la fragancia en su cuello, saco, muñecas y un poquito en su cabello. - Huele mejor de lo que pensé - río el rubio, realmente emocionado, y un poco sonrojado - Wonyoung no podrá arruinarme esta.

Salió con sus audífonos y tomo el desayuno que le dejo su madre en la mesa, sonrió y comenzó a caminar, pasaría por la casa de Jake, y luego por Sunghoon pirqui is li qui hicin lis nivios.

Sunghoon no le caían bien, pero, sabe cómo disimularlo.

O eso cree.

Después de unos minutos caminando, y pensando que haría para acercarse a Sunoo y poder pedirle su número.

Ah, nunca pudo pedirle su número, al ser mayor que el, pasaban muy poco tiempo hablando, y el, no hablaba mucho tampoco, le encantaba escuchar hablar a Sunoo, cada carita que hacía, o los pucheros inconscientes, o así era hasta que la fea de Wonyoung llegó y no dejan de hablar y ella no deja de decirle lo bonito que es, obvio es muy lindo,pero el quería ser el que se lo recordara cada cinco minutos.

Por fin llegó a la casa de Jake, y tomo una piedra del suelo y la lanzo al techo de esta.

- ¡JAAAAKEEE HYUUUNGG!

- QUE NO GRITES, YA ESTOY AQUÍ

- Buenos días Hyung - dijo con una sonrisa.

- Ni-ki... Nishimura Riki... ¿Tienes puesto perfume? - Pregunto Jake con su cara llena de burla y maldad.

- No... No sé de qué hablas Hyung - dió un paso hacia atrás.

- ¿Acaso el niño malhumorado, serio y sobretodo feo tiene perfume? - Dió un paso acercándose al rubio.

- No-

- ¡Niki! ¡Hueles igual que mi hermana!

Te odio Sunghoon.

Los minutos se hicieron eternos, y el camino lleno de burlas por parte del Australiano y las risas del pálido no faltaron, pero, llegaron, por fin llegaron, y las manos del japonés no dejaban de sudar, estaba nervioso, no es nada del otro mundo, ¿verdad? Es igual que siempre, llegó más temprano, y Wonyoung no llegaba hasta diez minutos después, tenía tiempo.

Llegó a dónde estaba Sunoo, y se animó mentalmente.

- Hola Sunoo Hyung - Dijo el japonés, haciendo que el nombrado se voltee, con una hermosa sonrisa en su rostro, que provocó que el rubio sonriera.

- ¡Ni-Ki! ¿Que tal? - Pregunto acercándose al rubio.

- Todo bien Hyung, ¿y usted? -

- Bien, gracias por preguntar... ¿Que huele tan rico?

- Soy yo - Dijeron Wonyoung y Ni-Ki al unisono.

- Oh, ¡Hola Wonyoung!

- Hola hola Sunnie.

- Sunoo, mmmm, verás, se que no tenemos mucho tiempo para hablar pero-

- Sunoo, ¿Hiciste la tarea de matemáticas? - pregunto la chica mirando con superioridad a Ni-Ki.

- Pero cuál... ¡La tarea de matemáticas! Lo olvide, lo olvide, Dios, no puede ser, no puede ser - El pelinegro negaba con su cabeza, comenzando a desesperarse.

- ¡Tarah! - Wonyoung le extendió unas hojas, y los ojitos del pelinegro brillaron de alegría.

- ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! - Abrazo a la chica, y está le regaló una sonrisa que decía: A ver si puedes con esta.

- Hyung - llamo el rubio, y el pelinegro soltó a Wonyoung para volver a sonreírle al menor, provocando que las maripositas en su estómago volvieran.

- Dime Ni-Ki - se acercó un poquito más, y la pelinegra trataba de mirar a otra parte.

- Quería - aclaro su garganta - pedirle su número de teléfono... No hablamos mucho pero quisiera-

- ¡Claro que sí! ¿Tienes tu teléfono? Para que me agregues ahora mismo - su sonrisa se hizo más grande, provocando la del rubio, y que la pelinegra, inevitablemente, frunciera el ceño.

- Sip, aquí lo tengo Hyung - se lo extendió, y el más bajito anoto su número, y se lo devolvió - Gracias Hyung.

Ya tenía su número, en tu cara Wonyoung.

¡Espero que te esté gustando!
Gracias por leer<3
- Hyan 🌷