capítulo 10: el calor de mi cuerpo

82 11 0
                                    


Sin duda esta se podría catalogar como de las peores noches para ellos. Están en cuartos separados por un pasillo, pero ninguno se anima a cruzarlo, ambos quieren cruzarlo sin duda, pero les aterra lo que eso puede conllevar.

- estás loca, definitivamente perdiste un tornillo Sol - se levanta de la cama y pone el seguro de la puerta.

Ella no tiene miedo que el entre, está segura que no la ve así, bueno hasta hace unos días podría jurar que no la veía así, es su "hermanita", así la llamaba cuando eran chicos, ahora le dice "mi Sol". Esa idea la pone más nerviosa, vuelva a la cama y mirando al techo, trata de calmarse, se mueve para un lado, para el otro. No sabe que a Héctor le pasa lo mismo, el también está rodando en su cama sin saber que hacer.

El se muere por seguir dónde se quedaron esa mañana, pero tampoco la quiere espantar, ella seguro sintió algo con ese beso, eso cree, lleva años conociendola, no en ese aspecto y desearía hacerlo, para saber si en algún momento de ese apasionado beso ella pensó en separarlo y darle una cachetada. Aún que ella inicio el beso ¿estaba dispuesta a más?

- cálmate hombre, no piense en eso -

La sola idea de haber ido a más lo está poniendo mucho más nervioso de lo que estaba antes.

- yo inicie el beso, ¿yo tendría que terminarlo?-

Sol seguí repitiéndose en su cabeza la situación, el abrazándola, acercándola, jugando con su lengua en su labios. Ella lleva una mano a estos y cierra los ojos, ¿como sería si los labios de Héctor bajarán por su cuello? ¿cómo sería sentir sus caricias sin ropa?

abre los ojos espantada - basta Sol, tonta no te preguntes esas cosas porque es peor -

Se lleva una almohada a su cabeza tratando de detener el tren de ideas pecaminosas en su cabeza.

- ya para Héctor - se dice el otro mientras se da pequeñas cachetadas - no pienses en esas cosas-

Pero de manera inevitable su cabeza, le envía imágenes de lo que él quería hacer con ella si no los hubieran interrumpido, el acostandola delicadamente sobre la cama, el quedando ligeramente arriba de ella, pasando su mano de su cuello hasta su pecho, bajando acariciando toda su silueta.

-¡basta Héctor, necesitas una ducha fría! ¡urgente! -

Una vez más fresco Héctor se durmió y Sol se durmió un rato después de que por fin su cerebro se cansará de torturarla.

A la mañana siguiente después de alistarse en sus respectivas habitaciones decidieron empezar el lunes con cafés bien cargados y sin comer nada, apenas se podían ver, pero tenían que hacerlo por su amistad y por todo lo que está por venir.

- Hoy voy a ir a la editorial para ver si tengo algunos eventos que cubrir o si tienen algún trabajo para mí para esta semana y tal vez salga con Erika, te veo en la noche para buscar algunas cosas más en mi departamento -

-claro, tendré muchas reuniones hoy, tengo que cerrar con unos contratos con una empresa de satélites para mejorar el rendimiento de la compañía, pero en la noche estaré libre ¿nos vemos en tu casa?-

-dale -

Y rápidamente cada uno fue a hacer su día, realmente los nervios y sus pensamientos de la noche no les permitieron ver qué el otro está igual de nervioso.

Sol trabaja aquí y allá, al mismo tiempo en ningún lado, a veces hace trabajos independientes, cuando la editorial Papeles al viento, no quiere publicar en ninguna de sus revistas o diarios su trabajo, se ganó un par de problemas, pero ahora con el internet es más fácil encontrar sitio en dónde llevar sus fotos e historias sin que le de problemas legales.

Matrimonio falsoWhere stories live. Discover now