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El aula era un tumulto.
Los estudiantes, siempre relajados en esta materia, no podía importarles menos si el profesor estaba o no. Por eso, cuando él entró, no detuvieron su charla.
El docente se paró frente a todos y carraspeó con fuerza para denotar su presencia.
Nada.
— Bueno, saquen sus hojas, el examen sorpresa comienza en-
— ¡¿Qué?! — Un eco enorme se hizo en todo el lugar.
— No se alteren, es para que me escuchen. Tenemos que hablar sobre un tema serio aquí.
— ¿Serio y tú en la misma frase? — Uno de sus estudiantes se burló.
— Teyon no puede ser serio. — Heeseung hizo reír a todos con el apodo.
Taeyong, como realmente se llamaba, lo señaló
— Exactamente a eso me refiero. Sé que les di la confianza, y sé que filosofía no es de las materias más estrictas, pero también sé que ninguno de ustedes ha entregado sus tareas a tiempo.
Comenzaron a murmurar y preguntar si alguno había entregado algo, y no fue así. Eso los hizo sentir mejor consigo mismos. Pues si nadie lo había entregado, nadie recibía castigo. A menos eso creían.
— A ver, escuchenme, piojosos. No voy a bajarles nota por no entregar los trabajos a tiempo. — Caminó un poco. — Pero sí les voy a dar una clase de responsabilidad.
— Pero tus clases son como: entregas un libro y "hagan todo el trabajo y yo usaré el celular". — Imitó Heeseung.
Taeyong se cruzó de brazos
— Oye, más respeto. No oí a tu mamá quejarse anoche de eso.
— ¡Hey!
Todos rieron y Taeyong tuvo que aplaudir para llamar de nuevo su atención.
— Escuchenme, renacuajos. — Señaló su escritorio. — Saben lo que es eso.
Una levantó la mano — ¿Un maple de huevos?
— ¿Y qué hay adentro?
— Tu mamá desesperada por volver a tocar unos. — Contestó Heeseung, haciendo reír a todos de nuevo.
— Muy gracioso, Lee. Sí es mi m- Digo, sí son huevos. — Caminó hacia su escritorio y se sentó. — Supongo que han escuchado sobre cuidar huevos como si fueran su bebé. — Una gran queja se escuchó. — ¡Cállense, mierda!
