Runaway - Chanlix

Runaway - Chanlix (español)

One shot inspirado en Runaway de Aurora.

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Lo último que Felix esperaba volver a sentir era aquel risueño sentimiento de enamorarse.

La primera vez que sucedió era una memoria tan dulce que la sostenía entre sus manos desesperadamente como una rosa: recordaba la silueta de un hombre durante las noches invernales del diciembre pasado.

El hombre estaba corriendo descalzo en la arena, como si no hubiera ningún peligro al hacerlo en esa noche cuando tenía los ojos vendados por la oscuridad.

Aquella noche Félix se sentía bastante solo, aunque se encontrara en ese momento sosteniendo una cerveza en sus manos con gente detrás suyo tomando, riendo y bailando en la fiesta de cumpleaños de su hermana.

Observar a aquél chico correr le hizo sentir que él también corría, la arena fría resbalando entre los dedos de sus pies y el agua salada del mar mojara el final de sus pantalones doblados en los tobillos; sus pies comenzaron a arder en la celda de sus zapatos.

La silueta extendió su mano e inconsciente Felix extendió la suya, sosteniendo el aire frío en vez del brazo de la silueta. Sus manos, sin embargo, no estaban frías aunque sus guantes estuvieran en sus bolsillos.

La noche siguiente corrió a la playa, temblando y con la música de las olas como su único consuelo. Y corrió también.

Dejó sus zapatos a un lado y las cosquillas hicieron florecer una sonrisa espontánea en su rostro.

Comenzó a correr, su celular apagado en algún bolsillo de su pantalón. Eso no importaba ya. Corrió y corrió hasta que su cuerpo ganó calor propio y logró pararse frente al mar sin temblar un segundo.

Se le escapó una  risa asustadiza que luego se volvió en una carcajada de absurdez. Estaba estúpidamente feliz.

Se dejó caer a la arena y descansó su mirada hacia su lado solo para encontrar las luces lejanas de la ciudad. Su sonrisa se desvaneció y se forzó a mirar hacia el cielo otra vez. La oscuridad invadió su corazón, asentando una extraña nostalgia que pesaba sobre su pecho como pesas, haciendo que su respiración volviera a la fase tranquila que acababa de perder.

La segunda vez que se enamoró fue un año después en la misma playa, cuando en el cumpleaños de su hermana volvió a encontrarse con la silueta del chico corriendo en la playa.

Un dulce deja vú le golpeó con la nostalgia que había estado guardando durante el año pasado. Sin embargo, esta vez decidió quitarse sus zapatos en el momento y correr hacia la silueta.

El chico, sorprendido, no cuestionó a Felix cuando este se unió en su carrera en la playa. Ambos se miraron y comenzaron a reírse mientras corrían sin cuidado descalzos sobre la arena fría.

Ambos cayeron al lado del otro sobre la arena y soltaron una carcajada, mirando hacia las estrellas que brillaban en medio de la oscuridad inmensa. Sus zapatos ahora se encontraban perdidos en algún lugar detrás suyo, lejos de ellos.

Las carcajadas se perdieron, llenando el silencio. No obstante, sus corazones bombeaban intensos con adrenalina que llegó hasta sus tímpanos.

Felix miró a su lado y se encontró con aquella sonrisa que luego recordaría por siempre como la más hermosa que le había saludado.

Esa fue la noche en la que conoció finalmente a Christopher Bang Chan, el primer y segundo hombre del que se enamoró.