"Está declarado, veamos a quien elige Luke", pero ¿Qué pretende Amelia?, Luke no es ningún juego, además ella tuvo la oportunidad y lo dejó ir, así que eso no me incumbe, debería resolver primero ella su situación con todos, no sólo con Matt o Luke sino con ella misma, ¿Qué es lo que en realidad quiere?, puede que sólo sea un capricho, ¡Demonios! Nunca me había enfadado tanto, y fueron sólo dos minutos.
Tomé rápidamente mi bolso junto con las llaves de mi auto y mi celular, bajé a toda prisa y avise que saldría, ya en el auto fui hacia la oficina de mi madre, preguntarán para que, iré a empezar algo nuevo, una nueva Emily se haría presente, cambiaría mi corte de cabello, todo y también empezare a organizar mi boda, alguna vez soñé en casarme, no de esta manera pero aún así lo haré, Luke no es un chico malo, al contrario es brillante, pensé que odiaría todo de él pero ya ha hecho un buen trabajo conmigo, estaba aprovechando muy bien la oportunidad. Cuando me di cuenta ya estaba en la oficina, aparqué el auto y fui al ascensor, presione el último piso y encontré a su secretaria ahí, le di un saludo amistoso, ella me anunció y finalmente entré.
- Emily- dijo mi madre mientras ordenaba unos papeles- ¿Qué haces aquí?- me miró
- Hola- me senté en una silla frente a su escritorio- Vine para saber si tenías un tiempo libre- la miré de una manera especial que ambas entendíamos como tarde madre-hija
- No se diga más- se levantó mientras tomaba si bolso- Vamos, hoy no tengo mucho trabajo- me guiñó el ojo y salimos de su oficina para ir hacia el estacionamiento.
- ¿Tú auto o el mío?- dijo ella cuando ya estábamos ahí
- El mío, podemos hacer unas cuantas cosas y finalmente regresamos aquí y yo voy a casa- le dije contándole mi plan
- Vamos- quité la alarma al auto y ambas subimos con camino a una estética bastante prestigiada
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- Buenas tardes- dijo el chico de recepción- ¿Tienen cita?- nos miró
-No la necesitamos- dijo mi mamá- ¿podemos entrar?
- Pero si son la Señora y la señorita Adams- escribió algo rápidamente en su ordenador- Pueden pasar
- Gracias- dijimos ambas y entramos
- Señora Adams-giramos y se encontraba una chica ahí- por aquí yo las atenderé- señalo unas sillas- Dígame ¿Qué haremos?
- Oh no- negó- Yo sólo arreglare un poco mi cabello, ella- me señalo- necesita un cambio, mañana es su cumpleaños- finalizó
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- ¿Crees que luzco bien?- me señale mientras le decía a mi madre que juzgara mi apariencia
- Si, Emily- dijo ya cansada, prácticamente le preguntaba eso desde que salimos de la estética, lo mejor sería parar
- ¿Crees que puedas ayudarme?- le dije con duda
- ¿En qué?- respondió confundida
- Tu hija se casa en dos meses, poco tiempo- fue todo lo que dije
- ¿Y eso?- sonrió mirándome de manera acusadora- creí que no te importaba
- No lo hacia- sonreí tímidamente- pero debo aceptarlo
- Ajá- me miró sorprendida- Admite ya que te gusta Luke
- ¿Qué? ¡No!- le dije rápidamente
- Emily, soy tu madre y te conozco- sonrió y abrió el auto, ella conduciría
- Pero es imposible, a penas he pasado tiempo con él- le dije mientras acomodaba las compras en el asiento de atrás
- ¿Acaso importa?- entró al auto
- Claro que si- seguí su acto anterior
- Emily- suspiro- ese chico te gusta demasiado
- Es un chico atento, caballeroso, guapo, es encantador- sonreí al imaginarlo- pero no me gusta, a penas esta llamando mi atención
- Terminarás completamente loca por él- dijo mi madre para poner en marcha el auto, dejándome en que pensar, Marcie había dicho algo parecido
- ¿Entonces me ayudarás o no?- la mire cambiando el tema
- Claro que si- sonrió- ¿En qué quieres empezar?
- Eres diseñadora- la mire pícaramente- Podrías ayudarme con el vestido
- Eso me gusta- rió- Conozco todo de ti- suspiró- será más sencillo diseñarlo
- Genial- me apoyé en la ventana y di por terminada la conversación
El resto del día fue divertido, extrañaba pasar tiempo con mi madre, me encantaba que por un momento se tomará un respiro para pasarla conmigo, fuimos de nuevo a su oficina por su auto y ambas regresamos a casa para disfrutar de la cena con papá, que milagrosamente estaba ahí, y con Matt, con quien mi relación de hermanos fue mejorando.
Al terminar la cena, fui a mi habitación y al recostarme en la cama sentí un gran alivio, estaba cansada y feliz, además de relajada, cada día iba aceptando más el hecho de que iba a casarme, aunque nunca entenderé el motivo de porque mi padre aceptó que me casara con un completo desconocido, en ese momento, para mí.
