Capítulo 10

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La noche había pasado y ya ambos se habían despertado, Akane y Akira decidieron llevar a Emma a conocer un poco la ciudad, además de enseñarle unas cuantas cosas sobre su familia, ella debería comportarse como tal y conocer cada aspecto de su familia.

—La boda será de hijos de empresarios, irá solo gente de clase alta, creo que serán alrededor de 250 personas, no estoy segura —Akane bebió un poco de café y siguió—. Todos irán con parejas, ya que está mal visto ir sin acompañante.

—Akane no irá, es solo para gente mayor— explicó.

—Creo que debemos buscar tu atuendo, debes resaltar, claramente sin opacar a la novia —comentó Akane mientras miraba algunas tiendas.

—Me resulta imposible pagar por algo así —exclamó Emma al ver las vidrieras.

—Yo lo pagaré, yo te metí en esto —Akira tomó su mano y se adentró a una tienda.

Los tres decidieron adentrarse a la tienda y comenzaron a buscar atuendos que le quedarán a Emma, su estilo era algo particular y no todo lograba gustarle.

—Permítanme ayudarlos, si el atuendo es para la señorita creo que este la hará relucir —la empleada de la tienda tomo un vestido que se encontraba en un estante y se lo entrego a Emma.

—Ve a probártelo —Akane de encontraba bastante emocionada.

Emma tomo el vestido y se dirigió al vestidor, luego de ponérselo decidió cambiarse nuevamente y salir.

—Lo quiero —comentó.

—No vimos como te quedó —suspiró Akira.

—Lo verán cuando sea el día de la boda —con una pequeña sonrisa se dirigió a la caja registradora y entrego el vestido.

Akira se acercó a pagar y tomo la bolsa, para luego dirigirse hacia la salida.

La intriga de saber que se pondría Emma carcomía la cabeza de ambos hermanos ya que ninguno de los dos vio la prenda, solo el color, ya que el vestido se encontraba doblado.

Los días siguieron pasando, Emma siguió ganándose el corazón de sus supuestos "suegros", se sentía como si estuviera con la familia que nunca tuvo, sin embargo no quería encariñarse tanto ya que sabía que todo era falso, y probablemente llegaría el día dónde Akira presentaría a una chica que verdaderamente sea su novia.

Llegó el día de la boda y Emma comenzó a prepararse, se ducho para luego secarse el cabello y pedirle a Akane un poco de ayuda.

—Solo te maquillaré porque quiero que resaltes por mí —bromeo mientras tomaba algo de maquillaje.

—No sé que haría sin ti —sentándose en el asiento frente al espejo—. Estoy nerviosa, no quiero cometer ningún tipo de error.

—Emma eres una persona sumamente educada, tu forma de hablar es muy cordial  y correcta, no deberías preocuparte —comenzando a maquillar.

—Siento que no cumplo con el estereotipo de belleza establecido por este país.

—Mira... Sin duda eres hermosa, tienes unos ojos muy lindos al igual que tu cuerpo, y tu forma de ser complementa todo eso, en el caso de que tú aspecto no resalte... siempre brillaras en los ojos de las personas indicadas, no te dejes llevarte por cosas tan absurdas como los estereotipos —comentó sin dejar de maquillarla.

—Tienes dos años menos que yo y tienes pensamientos más profundos que los míos —comentó entre risas.

—Me gusta pensar que nos define una cara bonita sino un buen pensamiento.

La charla continuó por unos cuantos minutos hasta que Akane terminó de maquillarla.

—No puedo creer que ya mañana te irás —en verdad le agradaba su presencia.

—Yo no quiero irme pero debo prepararme para las clases —pensativa—. Convence a tu hermano que me invite nuevamente aquí en las próximas vacaciones.

—Sin duda lo haré —tomando su maquillaje—. Te espero abajo junto con Akira.

Akane salió de la habitación para que Emma comenzará a vestirse, se colocó un bello vestido azul sin mangas, unos zapatos con tacos y se sentó unos segundos en la cama, esa boda podría salir muy bien o muy mal.

Al salir de la habitación bajo las escaleras que la llevarían a la sala en dónde se encontraban ambos hermanos.

—Wow —Akira se encontraba asombrado ya que no podía creer lo hermosa que se veía su compañera—. Emma espero que mi comentario no esté fuera de lugar pero en verdad te vez muy hermosa.

Por su parte la pequeña solo asentía, el maquillaje que le había hecho resaltaba aún más las facciones de su rostro.

—Gracias Akira —sonrió.

—Ya deben irse, por lo contrario llegarán tarde, mamá y papá ya se encuentran en la recepción del hotel —interrumpió Akane.

Ambos asintieron y se dirigieron hacia el auto que se encontraba en la entrada, una vez afuera Akira abrió la puerta del auto dándole el paso a Emma, para luego cerrarlo y adentrarse para comenzar a conducir.

—Ya mañana nos iremos de aquí, espero que hoy te lleves un buen recuerdo —sonrió el joven.

—Han sido las mejores vacaciones que tuve en toda mi vida, además tu familia me trató como si fuera parte de ellos —jamás nadie se había tomado el trabajo de tratar de entablar una conversación con ella de esa manera, la manera en la que la hicieron sentir fue única.

—Te consideran como tal, incluso Akane te trata como si fueras su hermana —volteó para mirarla unos segundos y redirigió su vista al volante.

—Estoy muy agradecida por eso, lo bueno es que me llevo una partecita de ellos hacia mi departamento —con tal comentario Emma logró que al joven se le tornaran las mejillas rojas.

Al pasar los minutos lograron llegar al hotel donde se haría la celebración, ambos bajaron del auto y se dirigieron a la recepción para escuchar los votos, luego de eso todos se dirigieron hacia el salón para festejar dicho matrimonio.

Alguna que otra mirada se posaba en dos parejas, que sin duda llamaban la atención, una de ellas era la que formaba el hijo de unos de los dueños de Tokio, junto con la hija de un millonario, la otra estaba formada por un chico de un gran porte y una chica que resaltaba entre todas, sin necesidad de brillos.

Tokyo KaiWhere stories live. Discover now