𝗲𝘅𝘁𝗿𝗮

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—Me gusta cuando las hojas se salen de los árboles. ¡Y mira esta nevando!

Bin comenzó a caminar en círculos emocionado. Sacando su lengua para poder alcanzar algún copo de nieve.

MinHo solo lo miraba con alegría.

Al ser final del año, decidió darle una sorpresa. Llevarlo a China para que festeje fiestas con su familia.

Sabía cuánto extrañaba a su familia y su hogar, le costó separarse de sus padres, pero ellos tuvieron que volver a China por el trabajo.

Los señores Seo nunca conocieron a MinHo, saben cómo es físicamente pero no tuvieron la oportunidad de conversar con el.

Y Lee se sintió muy nervioso cuando les llamo preguntando si podían viajar a China para fiestas de fin de año.

Ellos aceptaron gustosos de saber que podrían ver a su hijo y pasar el fin año juntos, como solían hacerlo antes.

ChangBin al escuchar esa noticia no evitó saltar de emoción y agradecer a su novio por todo.

—Ya van a ser las once, vayamos a casa Minnie. —dijo ChangBin tomando del brazo al menor y acercándose más.

Pues al ver que hay nieve hacía más frío.

—Toma. —MinHo se sacó la chalina envolviendo el cuello a su novio, como era muy grande pudo ver qué le quedaba hasta la nariz. Parecía un pequeño ninja.

—Gracias~ —respondió mientras se paraba de puntillas para besar al más alto. Solo un besito porque estaban en vía pública y era China.

Ambos tomados de la mano volvieron a casa del mayor, sus padres lo recibieron bien.

Les dieron de comer y tomar, además que hicieron un brindis juntos. Lloraron, rieron de alegría al ver que su pequeño seguía siendo el pequeño osito de siempre.

El lindo chico de piel blanca que se te pegaba a ti como si fuera chicle.

Y eso a MinHo le encantaba, nunca más se atrevería a rechazar alguna muestra de cariño, ya no le importará lo que digan los demás, los que digan sus padres.

Ya no.

Solo debían ser ellos dos juntos, tomados de la mano, besándose y abrazándose cuando quieran.

Tenían todo el derecho de amarse. No había una ley que prohíba la felicidad.

Luego de una larga charla con los señores Seo, decidieron subir a la habitación del mayor.

ChangBin al entrar pudo observar que su habitación era la misma que antes.

Seguían las figuritas de acción, las cortinas color crema, su cama con las colchas de un celeste suave.

Su armario, su mesa de estudio cuando estaba en la secundaria.

—Me recuerdo que una vez metí a Jisung en problemas por no hacer una tarea. —contó sentándose en su cama y saltando en ella levemente.

—¿Así?

—Yup.

El menor observaba las fotografías que habían en el estante, unas eran con su hermano, padres y amigos.

—Me olvidé. —el mayor bajo de la cama tomando su mochila y buscando la fotografía que se había tomado con el menor, al encontrarla la colocó en un cuadro sobrante, colocándolo en su estante nuevamente.

—Ahora sí esta completa. —dijo volviendo a la cama.

MinHo se acercó a esta también tomando el cuerpo de su novio entre sus brazos, el mayor envolvió la cintura del contrario con sus piernas.

El más alto aún con el cuerpo del mayor entre sus brazos se sentó.

—Ya son las doce Minnie.

—Lo sé. —respondio besando sus mejillas mientras que el contrario lo abrazaba.

Ambos miraron por la ventana los fuegos artificiales que reventaban en el cielo oscuro de la noche. A pesar de que caía nieve, seguían apareciendo.

—No me importa que seas un chicle andante, espero que lo sigas siendo así todo tu vida. Me gustan tus abrazos, tus besos ¡Todas tus muestras de cariño! Cualquier mínima cosa que hagas me encanta.

—A mi también me gusta todo lo que tú haces MinHo-Ah. Espero ser lo suficientemente bueno para ti.

—Lo eres bebé. Siempre lo serás y desde que te vi no pude evitar pensar en eso. Lamento las veces en las que te cause dolor e inseguridad con mis estupideces, no confiaba en mi.

—Lo bueno es que ya pasó, lo superamos juntos. Aún nos falta un largo camino que recorrer.

Se miraron a los ojos con una sonrisa en los rostro, no evitaron besarse nuevamente.

—Solo quiero que te quedes a mi lado. —susurró el más alto en medio del beso.

—Yo también.

—Te amo.

—Yo más.

—Yo más ChangBin.

—¡Dije que yo! Bueno, los dos.

Soltaron unas risas volviendo a besarse y sellando su amor.

Se complementan de una forma inigualable, se amaban mucho como para evitarse.

Esa era la magia del amor.

Ambos se amaban y mientras lo hagan, no había porque tener inseguridades.

Ambos se amaban y mientras lo hagan, no había porque tener inseguridades

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AU donde Binnie es mitad chino<3

Así termina Very Sticky, gracias a la autora por dejarme adaptarla naniwi__, todos los créditosa ella. También gracias a ustedes por su apoyo<33

𝗩𝗘𝗥𝗬 𝗦𝗧𝗜𝗖𝗞𝗬.🌷Where stories live. Discover now