"𝐎𝐲𝐞, 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨𝐬𝐢𝐭𝐨" || Baji keisuke [HIATUS]

Capitulo 25

Habían transcurrido los días, Draken cada vez estaba mejorando, pronto iba a salir del hospital.

Me encontraba saliendo del hospital y empecé a caminar hacía mi casa, le marqué a Baji en el camino pero este no contestaba.

Suspiré y seguí caminando, estaba pasando por el parque cuando vi a Baji echado ahí con algunas heridas.

Me acerqué a él rápidamente y le hablé.

— ¡Baji! ¿qué te paso?

Baji me miró y habló calmado.

— Solo tuve una pelea, nada importante.

— Claro que sí es importante, estas todo herido, pero ahora mismo vamos a la farmacia.

Suspiré y tomé su mano ayudándolo a leventarse.

Llegamos a la farmacia y compré alcohol, algodón y algunas curitas.

Me senté con él en la banqueta y puse un poco de alcohol en el algodón y lo frote en una de sus heridas del rostro.

— Ahg, duele.

— Sufre las consecuencias, sabes que odio que pelees sin sentido.

— Pero a si me quieres. —Sonrió coqueto.

Lo miré un momento y suspiré.

— Eres un problema Keisuke...
— Pero eres mi problema favorito. —Sonreí.

Él sonrió igual.

— Bueno, ya, ya, que no estoy muy feliz contigo.

Me puse ligeramente serio y terminé de curarlo y ponerle algunas curitas.

— Bueno, vámonos.

Me levanté y ayudé a Baji a levantarse también.

— Iremos a mi casa, tengo hambre.

— Yo también, ¿Qué cocino mi suegrita?

Sonreí ante el comentario y hablé.

— Ni yo sé, pero me dijo que te invitara.

— Debe ser algo delicioso. —Sonríe.

Seguimos caminando, hasta que hubo un silencio. De repente veo que Baji esta sujetando mi mano. Sonríe y hablé.

— Ya se que te gusto, pero disimula tantito. —Reí.

Baji apartó la mirada haciéndose el indignado con un leve sonrojo. Reí ante su gesto.

Después de un rato, llegamos a mi casa y mi madre estaba esperándonos.

— Ya llegamos, mamá.

— Por fin.

Mi madre se asomó para vernos y se percató de las heridas de Baji.

— Oh, baji, cielo, ¿qué te paso?

— Oh, eso, no es nada, no se preocupe.

Mi mamá siguió haciéndole preguntas a Baji y Baji contestaba algo apenado.

— Si mamá, tu hijo también llegó bien.

— Ay dios, bueno, ya esta lista la comida, lavense las manos.

Aiko bajó de su cuarto y se fue a lavar las manos. Seguidamente Baji y yo nos dirigimos a lavar nuestras manos.

Mientras enjuagaba mis manos, Baji tomó mi rostro con su mano y la giró levemente hacia él plantandome un beso.

Cerré mis ojos correspondiendo al beso, Baji fue aumentando la intensidad del beso hasta que nos separamos por falta de aire.

Me puse en frente de Baji aún agarrando aire, el lugar no era tan grande así que la distancia entre nosotros era corta.

Estábamos a punto de volver a besarnos cuando escucho un leve sonido de mi mamá.

Ambos volteamos al mismo tiempo y mi mamá se encontraba de brazos cruzados viéndonos. Ambos nos avergonzamos y sonreímos nerviosos.

Rápidamente fui a ayudar a mi mamá con la mesa mientras Baji terminaba con sus manos.

Nos sentamos todos y mi empezamos a comer. Mi madre prendió el televisor y empezó buscar alguna película que ver.

— ¿Qué quieren ver?

— Lo que sea esta bien. —Hablé.

Mi mamá eligió una película y la vimos mientras comíamos, a veces mi mamá, Aiko y Baji decían algún que otro comentario de la película, mientras yo solo me percataba a ver y oír.

Casi al final de la película hubo la muerte de un perrito, y no pude resistirme a llorar, ede tipo de películas si que le hacen llorar.

Estaba concentrado llorando, cuando escucho risas de parte de mi mamá, al verme llorar a mi y a mi hermana.

Por un lado Baji me empezó a grabar y puse mis manos en mi cara tapando mi rostro.
Le película finalizó y aún seguía llorando, Baji se acercó a mí y me dio un abrazo.

— Es que, el perro no merecía morir —Solloce.

Baji me empezó a acariciar el cabello.

— Yo sé, yo sé.

Oculté mi rostro en su hombro y hablé.

— No le vayas a decir a nadie que lloro por esas películas.

— Uhh, demasiado tarde.

Rápidamente me separé de él y lo miré.

— Baji keisuke, ¿qué hiciste?

El ríe y saca su celular mostrándome su historia. Avergonzado trate de tomar su celular pero él fue más rápido.

— Es mi venganza por lo del parque de diversiones. —Sonríe.

— Con que esas tenemos, muy bien, Keisuke.

Suspiré molesto y me fui hacía mi habitación.

- Nuevamente yo, perdón por alguna falta de ortografía.
- El siguiente capítulo será un especial.

Hasta pronto.