Before you go...

-Bakugo-

Me quedo completamente paralizado.

Pero que..

-¿Me reconoces? ¿O ya es demasiado tiempo sin vernos? - Tiene un tono de burla en su voz.- Vaya... ¿Te has sorprendido?

Las palabras no salen de mi boca. Es imposible... El... Estaba muerto.. ¿Verdad?

-Vamos hombre, ¿tanto tiempo y no vas a decir nada?

-T-tu....

-Si se supone que estaba muerto.

Kirishima tiene una sonrisa que nunca antes había visto en el. Da miedo.

-¿Y sabes que? Fue por tu culpa.

Pone más énfasis en la palabra "tu".

Tengo ganas de llorar... Tiene razón. Murió por mi culpa. Y ahora... Es un villano.

-Eijirou... Yo.. perdoname no... No quería... -las palabras me salen como pueden.

Denki está igual de impresionado que yo.

-Ya no soy Eijirou. Soy Black Riot. - Su nombre lo dice a la par que saca dos cuchillos y se acerca lentamente a mí.

Extiendo un brazo con la intención de lanzarle una explosión. Pero no puedo. No puedo volver a dañarlo. Mi consciencia no me deja hacerlo.

Retrocedo.

-K-kirishima p-para.

Eijirou ahora está serio, se acerca a mí peligrosamente.

Denki se acerca por detrás con la intención de inmovilizarlo. Pero no le sale bien.

Kirishima se da cuenta de la presencia de Denki y casi sin girarse le lanza un cuchillo que va a darle justo en el hombro.

Denki suelta un pequeño grito de dolor antes de caer al suelo casi inconsciente.

-Denki! -Se me escapa.

-No le he matado porque voy a por ti. - Parecen brillarle los ojos cuando lo dice, un brillo que da miedo. Tiene un tono de odio en la voz.

Sigo retrocediendo poco a poco hasta que me choco con la pared. Kirishima se va acercando cada vez más... Y más... Hasta que me doy cuenta.

En su muñeca hay un aparato. Quizá eso lo controle, sea lo que sea tengo que intentar quitárselo.

-Lo siento Eijirou... -Extiendo el brazo y ahora sí, le lanzó una explosión con la esperanza de que se endurezca a tiempo para no recibir daño.

La explosion va con fuerza. Lo que hace que Kirishima salga disparado hacia atrás por la inercia.

Cuando por fin puedo ver, miro a su muñeca. La pulsera no está. No puedo reprimir una sonrisa que se me dibuja en los labios. Le miro esperando una respuesta.

-Bakugo?... - Me mira confundido.

Si. Es el. Ha funcionado. Kirishima vuelve a ser el mismo.

Corro hacia el y le abrazo.
El se queda quieto confundido.

-¿Que ha pasado?