Podría hacer que tus ojos brillen, lástimame y dime que soy tuya.
(Off to the races - Lana del rey)
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⚠︎ Mommy issues and daddy is...
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Terminé de ponerme bálsamo labial y acomodar mi vestido para salir con el señor Kento al famoso parque del que había mencionado ayer.
— ¿Estás lista? — bajé las escaleras y él se estaba acomodando su corbata. Estaba parado en la entrada de la puerta con un maletín pequeño en su mano derecha.
— Sólo íremos al parque ¿verdad?
— Fue lo que dije ayer. Así será. — dio media vuelta y salió de su apartamento, yo yendo tras de él.
Nos subíamos a su automóvil y Kento comenzó a conducir.
(...)
Llegamos al parque, el sol estaba en su máximo esplendor, el pasto era verde intenso, algunas flores decoraban sus alrededores, y en medio había una fuente. Todo mantenía ese brillo que el sol les brindaba.
Niños corrían jugando entre ellos, mientras que algunas madres sonreían viéndolos, y otras estaban pérdidas en sus teléfonos móviles.
El rubio y yo nos sentamos en una banca que tenía de vista a la fuente. Sonreí al ver cómo dos pequeñitos estaban recolectando flores tiradas en el césped y guardándolas en una canasta.
— Me hubiese gustado tener una infancia así. — comenté.
— Lástima que el tiempo no se pueda regresar.
— Ni aunque el tiempo se pudiese regresar la hubiera tenido, supongo que tendría que volver a nacer, y tener otra madre.
— Tienes razón. ¿Qué recuerdas de tu infancia, Noemi? — me miró.
— Bueno, realmente solo tengo algunas escenas borrosas, no recuerdo la mayor parte.
— ¿Qué hay de- — una señora se acercó a nosotros.
— Buen día, disculpe ¿usted es Nami? — lo veía con un rostro como si quisiera averiguar profundamente la identidad del rubio.
— Nanami, Kento Nanami. ¿Quién es usted? — se levantó de la banca y acomodó su saco para después estirar su mano y saludar a la señora.
Ella le regresó el saludo no tan convencida.
— Creo mi hija habló de us-
— ¿Le parece si hablamos en otro lugar? — la interrumpió.
— Está bien. — dieron media vuelta. Nanami me hizo una señal para que me esperara allí, pero lo ignoré y fui a escuchar su plática.
— Hablaba mucho de usted, lo reconocí porque tengo una foto de usted y ella justo en este parque. — decía la morena.
— Era linda y amable, pero lo que le conté a las autoridades fue lo último que supe de ella, no más, lo siento, me gustaría poder ayudarla, pero no puedo, tengo algo de prisa y debo irme. — caminó alejándose.