-Hola Haneul-
-Hola- Dije sonriendo-
-¿Porque sonríes tanto? Parece que se te vaya a desencajar la mandíbula- Dijo Jungkook pasando dentro de casa sin avisar-
Es verdad ¿porque sonríes Haneul?
-Hola Jeon- Dijo mi padre levantándose para estrechar su mano-
-¿Quieres algo para comer? Tengo kimchi- Dijo mi madre sonriendo-
-No, muchas grac-
-No rechaces un plato de mi madre, eres un mal educado- Dije haciendo que mi madre me diera un collejon-
-Haneul cuida tu boca- Dijo mi madre entre dientes mientras sonreía- No le hables así, Jungkook come hijo come- Dijo mamá sirviéndole un plato de kimchi-
-Si esque en verdad yo venía a por una cosa muy rápida- Dijo Jungkook mirándome- ¿Quieres venir a cenar conmigo?- Dijo serio-
Estaba ahí quieta, Jungkook esperaba con ansias una respuesta mientras yo debatía en mi cabeza si ir o no ir.
Esque es todo muy extraño, que de repente se haga tan cercano a mí me asustaba. Y me asustaba aún más saber que diría Rosé de esto.
-¿Puedo pensarlo?- Le pregunté al pelinegro quién me observaba sin ninguna expresión en su cara-
-¡Pero hija!- Me gritó mi madre- ¿Que quieres pensar? Dile que sí- Murmuró mi madre-
-Decídete y me llamas, es esta noche a las nueve- Dijo Jungkook haciendo una pequeña reverencia para después irse-
-Ahora vuelvo- Dije para salir por la puerta de casa-
Jungkook seguía ahí, estaba mirando algo en su teléfono de espaldas, así que no me vio salir.
Empecé a caminar y en unos dos minutos ya estaba en casa de Jennie.
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-Ósea, ¿me estás diciendo que Jeon Jungkook el chico más perfecto de la universidad te pide para ir a cenar y le dices que "tengo que pensarlo"?- Dijo Jennie tratando de recopilar lo que acababa de contarle-
-Si-
-¡¿Kim Haneul eres tonta?!- Dijo Jennie saltando- Vale, bien, tenemos que arreglar tu pelo, tus uñas, vestido, zapatos, bolso, ma-
-Jennie relájate- Dije nerviosa-
-Nos vamos de compras, ya- Me agarró de la mano levantándome del sofá-
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-No me gusta nada- Dije desanimada- Si esque yo no tengo cuerpo para esto-
-Pues probemos con otro- Dijo la dependienta-
Estaba cansada y sobretodo con muchas ganas de llorar. Llevábamos 2 horas buscando el vestido especial pero nada. Mi cuerpo no era el indicado para este tipo de ropa y eso me hacía sentir mal.
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Faltaban 5 minutos para las ocho. Me había duchado y me había peinado, pero, ahora llegaba la gran duda ¿que me pongo?
¿Y si no voy?
Al final no había encontrado ningún vestido con Jennie y por eso ahora estaba al borde de un ataque de nervios.
Al final me decidí por algo cómodo. Unos tejanos negros y un top blanco con una chaqueta de cuero negra. Por último me até mis botas negras y agarré mi bolso.
Bajé las escaleras y me encontré una nota en la mesa.
"Estamos en una cena de negocios, volveremos tarde"
