40- Vivir

788 45 6
                                    


(1)
"Tobio Kageyama

La gente no para de decirme que puse mi apellido en alto, que soy increíble y todo un prodigio.

Vamos, ya han pasado muchos años desde que aparecí por última vez en una cancha, han pasado ya muchos años desde aquella vez que la gente se despedía de mis fabulosas colocaciones. Ojalá se hubieran despedido de mi realmente

Ahora solo soy alguien a quien llaman "abuelo" los años pasan rápido ahora que lo pienso. Aquel Tobio que entraba triunfante a aquellos Juegos Olímpicos ahora solo es un recuerdo. Que nostalgia me da recordar aquellos momentos en los que fui plenamente feliz, esas memorias son justamente las que escucha Kuyo cada vez que vienen a visitarnos. Se bien que ella no entiende mucho de lo que le digo pero de alguna manera me siento bien hablando de lo que algún día me hizo feliz

Hay tantas personas a las que he conocido en mi vida. Constantemente me pregunto un número exacto, todas las veces que me lo cuestiono llego a la conclusión de que no debería importarme. Pues el conocer a mucha gente nunca va a decir si viví una buena vida o no, o al menos eso pienso. Al final de todo, las pocas personas que realmente fueron importantes para mi son aquellas que cuentan

Kazuyo Kageyama, la persona que aunque muchos dicen que es imposible que sea tan importante para mi con el pretexto de que era muy pequeño cuando él falleció. Lo es, él es la persona más importante para mi. Si el nunca me hubiera enseñado mi pasión por la vida no estaría donde estoy ahora. Quizá hubiera terminado como otro oficinista más, quizá hubiera podido haber sacado buenas notas en la escuela, quizá no hubiera conocido a a quien hoy es mi compañera de vida. Pensar en la dada situación de que el no haya estado en mi vida, o me hubiera guiado por otro camino me hace estremecerme. Agradezco de que él me haya adentrado en el camino del voleibol, es algo que disfruté de jugar y sigo disfrutando de mirar. Es un deporte simplemente perfecto en todos los sentidos, el arte que se hace en la cancha es muchas veces indescriptible

Gracias abuelo por enseñarme de primera mano los valores de el deporte, también, donde sea que estés quiero pedirte una disculpa por todo lo que hize después de tu partida. Se que no tengo algún tipo de pretexto como para aclarar el porqué me volví tan arrogante y detestable. El que mi equipo me diera la espalda me hizo saber que algo estaba haciendo mal, pues así nunca me lo enseñaste. Al instante pensé que quienes estaban mal eran ellos, pero el ver los rostros agotados de mis compañeros me hicieron darme cuenta de que el error siempre fui yo. Para mi mala suerte llegue a la preparatoria con esa terrible fama. No puedo mentir, era horrible que alguien me llamara "Rey de la cancha" me hacía sentir culpable por mis actos. Simplemente es un recuero muy amargo.

Recuero las carreras que teníamos cuesta arriba en la pendiente que quedaba camino a casa, nos recuerdo a ambos mirando cualquier tipo de partido de voleibol, Kazuyo los pausaba algunas veces, me parecía algo molesto algunas ocaciones pero lo hacía para explicarme lo que pasaba. Nos recuerdo disfrutando de mi infancia. La mejor memoria que tengo de él fue aquel atardecer en el que me prometio que algún día llegaría ese alguien que me hiciera crecer.

Kazuyo Kageyama. Muchas gracias

La preparatoria, siempre que me viene una memoria a la cabeza no puedo evitar sonreír con nostalgia, tengo tantos recuerdos con quienes hoy forman una parte esencial de mi presente. Conocí a personas que me apoyaron sin importar mis actos o lo que podría hacer después de recibir su apoyo.

Al fin, conocí a mi equipo

Conocí a el equipo que me arropó y apoyó cuando hice algo malo. Conocí a el equipo que me felicitó cuando hice algo bien. Aquel equipo en el que conseguí dejar a un lado mi egoísmo y mi sentir de superioridad. Dejar eso atrás fue lo que me ayudó a encontrar el equipo que me apoyó y al que siempre traté de apoyar

Dear Tobio | Kageyama x ReaderWhere stories live. Discover now