Capítulo 1: La zona blanca, Banethorne.

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Scotland Yard (1 hora antes del crimen)

Al ver las caras de sorpresa del equipo, Ezra no se sintió ofendido ya estaba acostumbrado a ese tipo de expresiones al verlo, así que solo sonrió y se volvió a presentar,

—Soy Ezra Turner, es un placer trabajar con ustedes. —Joe fue el primero en despabilarse.

—Bienvenido al escuadrón 1 de Scotland Yard, soy Joseph Miller, pero me puedes decir Joe. —Resse fue el siguiente.

—Hey chico, yo soy Resse y me puedes decir Resse, un placer. —Thomas rió.

—Esa no es una presentación, jefe. Hey novato soy Thomas, Tom si quieres, un placer blanquito. —Joe lo vio mal—, digo... —Ezra le quitó importancia.

—Dejando de lado al imprudente, solo te falta conocer a Susan y George, ellos están patrullando.

—¿Patrullando? Pensé que eso ya no era necesario con los escáneres distribuidos en toda la ciudad. —Thomas volvió a soltar una risa, Resse dio un suspiro y Joe volteó a ver a Darcy.

—Explícale lo básico, Dar.

Darcy se tocó las sienes.

—Sígueme, tenemos mucho que repasar.

(...)

Los ojos de Heather estaban inyectados en sangre con los globos oculares a punto de reventar, pero mirando a un punto fijo. Su sonrisa se expandía más allá de lo normal llegando hasta las mejillas y su maquillaje estaba esparcido por toda la cara sin cuidado alguno.

—Esto aún no termina, reinita de mierda.

Dos manos salieron de la oscuridad y comenzaron a torcer el cuello de Heather hasta quebrarlo y despegar la cabeza de su sitio.

—Que comience el show.

(...)

22:00 Horas, Banethorne.

El gimnasio de la escuela pública Rymer estaba llenándose poco a poco de estudiantes de los dos últimos grados ataviados en vestidos vaporosos y en trajes rentados para la ocasión; a la entrada se les daba la opción de tomarse una foto en un marco hecho de globos negros y dorados después se entraba directamente a la pista de baile en el centro teniendo a los lados las mesas de postres y recuerdos y lo mejor de todo: un escenario proporcionado por la madre de la próxima reina del baile.

Dentro de toda la alegría y fiesta estaba una persona que no sentía ni el más remoto placer de estar ahí: Natalie Jonhson, pero debía estarlo ya que era la coordinadora del baile.

—Parece que todo está en orden, Nat. —La otra organizadora, Simone, le sonrió, pero Natalie hizo una mueca.

—Después de todo el dinero que invirtió la señora Davies con sus "donativos" sería un caos si no fuera perfecto para la "princesita". —La chica hablaba con notable sarcasmo.

Siguieron caminando supervisando cada recuerdo, postre, globo del gimnasio.

—Todo parece perfecto, solo tenemos que esperar a que coronen a los reyes y podremos disfrutar la fiesta —dijo Simone de forma optimista.

—Tú disfrútala, yo me largo en cuanto le  ponga la corona a la reina. —Natalie estaba tan enojada que ni siquiera se tomó la molestia en ponerse otra cosa que no fuera su uniforme escolar.

—¿Nadie te invitó? —Natalie estuvo a punto de arrancarle la cabeza a Simone por su pregunta cuando las luces comenzaron a prenderse y apagar.

—¿Es enserio? Seguro son esos punks otra vez, vigila que nadie más haga algo loco Simone, iré a ver lo de las luces.

—¡Espera Nat! Ya casi es hora de la coronación.

—¡Te lo encargo! —Salió corriendo en dirección opuesta al escenario.

(...)

Simone estaba nerviosa, no quería entregar la corona, las multitudes la ponían mal y era más torpe de lo normal.

—Josh ¿y si entregas la corona por mí? Esto no tarda en empezar y Nat no regresa.

—Ni siquiera se porque te ofreciste a hacer esto. —Joshua Park, amigo y cita de Simone le dijo confundido—. Odias ser el centro de atención.

—Natalie ha sido mi amiga desde niña, no podía dejarla con esto y menos después de lo de Arnold.

Joshua no dijo más, Simone era su amiga y la persona que le gustaba; Arnold, por otro lado, era su amigo y últimamente no estaba seguro de que pasaba por su mente.

—Esperemos hasta el final, puede que Natalie regrese.

Pasaron minutos y las luces se arreglaron, pero Natalie no regresaba y cuando la música cambió, Simone supo que no tendría de otra.

—Tú puedes. —Ánimo Joshua con un apretón en su hombro para después empujarla con levedad hacia el escenario.

Simone apretó sus manos varias veces para darse valor y tras suspirar tres veces, puso su mejor sonrisa y comenzó a hablar.

—¡Hola a todos! ¿Están listos para coronar al rey y reina del baile? —Hubo gritos animados—. Se que esto no les sorprende, pero demos un aplauso a nuestro rey: ¡Arnold Harris!

Los aplausos y vítores no se hicieron esperar, Harris era popular, el presidente del consejo estudiantil y un genio en todo lo que hacía, al ser tan querido era obvio que sería el rey.

—Ahora, lo que todos esperaban, nuestra querida reina: ¡Heather Davies! —Simone aplaudió para que Heather hiciera la entrada triunfal, pero nada pasó.

—¿Nuestra reina? —Simone volvió a intentar, pero Heather no salía y los murmullos comenzaron, incomodando tanto a Simone como a Arnold.

De repente fue como si todo pasara en cámara lenta: Simone sintió unas gotas caer en su cabeza, pero en esa parte del gimnasio no había ventanas, así que volteó a ver si no era una fuga.

Un grito escapó de sus labios.

La cabeza de Heather colgaba como piñata en la parte de arriba del escenario atado con sus propios intestinos.

Otro grito se escuchó, los ojos de Heather estaban en el ponche, pronto todas las partes del cuerpo de la que sería la reina del baile estaban esparcidas por todo el gimnasio.

El baile de graduación ahora era un baile sangriento y todos eran sospechosos.

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⏰ Última actualización: Feb 15, 2022 ⏰

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