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—¿Pero tú eres tonto o te lo haces? —Niall arrugó la nariz mientras le lanzaba harina a la cara— ¡Es azúcar, no sal!

¿Qué?  pensó

—Esta mierda no dice si es sal o azúcar —Louis le lanzó la harina a la cara igual— No me eches la culpa por no saber cocinar.

Su compañero de trabajo, se limpió la harina de la cara con su antebrazo.

—¡Hasta un niño de 6 años sabe diferenciarlo sin saber cocinar, imbécil! 

La espátula que el rubio tenía en sus manos, acabó en la cabeza de Louis.

—¡Maldita sea! —se sobó la cabeza, mientras lo fulminaba apoyado sobre la mesa llena de colorante.

Se levantó y le lanzó toda la masa del pastel en la cara a Niall, haciendo que este aspirara aire con todas sus fuerzas al ver como caía al suelo, en un "plop" hiriente.

—Mi pastel —dijo el rubio, mirándolo dolido— ¡Me las vas a pagar, hobbit!

Negó con la cabeza mientras se subía encima de la mesa, y saltaba encima del mayor, ahorcándolo.

—¡N-Niall! —chilló este, halándole del pelo y observando todo el desastre— ¡Suéltame estúpido!

—¡La cagaste! —dijo preso del enfado, rojo— ¡Lo arruinaste, idiota!

En ese instante un chirrido hizo que la habitación pareciera una casa abandonada.

—Ho... —la morena hizo una pausa—...la.

Ambos sonrieron. Niall en la espalda del castaño, ahorcándolo con sus brazos y apresándolo de cualquier intento de esquivarlo. Louis apenas podía mantenerse de pie, halando como podía del rubio.

—Par de locos —negó Daisy, mientras a duras subía las escaleras.

Louis apartó de un empujón a su amigo, haciendo que este como siempre le soltara una vulgaridad. Bueno, como si "Hijo de Peter Pan" fuera insulto.

—Mi amor, feliz cumpleaños..

Se agachó, y levantó a su amada de sus pies, besando la comisura de sus labios. La cargaba al estilo nupcial, pero a ella eso no le agradó.

—¡Quita, quita, Boo! —se revolcaba entre sus fuertes y tatuados brazos— ¡Dios, me llenaste la boca de harina!

A Louis eso no pareció importarle, le parecía tierno. Le limpió la harina, según él, pero lo que hizo fué ensuciarle la cara.

La morena frunció el ceño y penetró con su mirada al ojiazul, furiosa pero enternecida al mismo tiempo.

—Limpias el desastre, te bañas, y preparas todo —dijo con una sonrisa irónica, aún siendo cargada— O si no, no hay nada de mi esta noche —aclaró, mostrando su limpia dentadura.

El castaño hizo un puchero mientras la bajaba, y le entregaba las muletas.

—De acuerdo, bebé —sonrió embobado mientras le lanzaba un beso al aire.

La morena rió por lo bajo mientras subía las escaleras. Cayó de culo al suelo, suspirando y viendo las curvas de su esposa. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por Niall, como siempre.

—Sexo —susurró seductoramente.

Se mordió el labio para no reír, pero con el rubio todo era risas sin parar. Carcajearon y comenzaron a limpiar. Esta tarde vendría Zayn y su novia para el cumpleaños de Daisy, supuso que también vendrían sus amigos del Hospital, pero no fué así. La fiesta era simple, con no más de veinte invitados. Bastaba con las hermanas de su esposa, los suegros, amigos y primos derivados de cada familiar. Le agobiaba pues no quería tanta gente en su casa, pero que se le iba a hacer, debía consentirla. Es su cumpleaños, y además, tiene la pierna lesionada.

—¿Una cerveza, hermano? —preguntó Louis al moreno, que se encontraba hablando con Perrie.

Zayn giró, y con una sonrisa dijo:

—¿En serio? —frunció el ceño, haciendo una mueca divertida.

Zayn y sus muecas divertidas que siempre alegraban el ánimo.

—No, era broma —dijo irónicamente—. Pues claro, Malik.

Al principio se negó, pero no resistió y probó la de menos alcohol, Igual iban a terminar con resaca y se olvidarían del "Feliz cumpleaños" eso lo apostaba. Niall solo coqueteaba con Stacy, la hermana de Daisy. Zayn besaba y le decía a Perrie lo caliente que se veía, y esta solo reía mientras miraba a cualquier lugar, esperando que nadie los hubiera escuchado. Los demás jugaban a la botella o a los dardos, gritando vulgaridades y riendo sin parar. La música retumbaba las paredes de la casa, y Louis se encontraba agobiado.

—¿Boo? —bajó Daisy, de las escaleras— ¿Cómo me veo?

Louis esbozó una gran sonrisa, al parecer el enfado por culpa de la multitud se le había pasado con una pastilla, y agarró la cintura de su esposa.

Le dió un beso fugaz en los labios, admirando las ondas castañas de la morena. Su rimel la hacía preciosa, y ese rojo fuerte encajaba a la perfección en sus gruesos labios. 

Bailaron música suave, que terminó por calentura y sudor gracias a la música que atraía los cuerpos. Louis se sentía bien, pero le alteraba ver como sus amigos se comían con la mirada a su esposa. Su enfado no tardó en crecer.

—¿¡Qué miran, putos!? —les chilló con su voz aguda.

Zayn se giró alarmado.

—Louis, tómate otra pastilla.

—¡Una puta mierda! —le fulminó, acomodándose el mechón de pelo que había caído sobre sus ojos por repentino ataque.

La atención de todos se dirigió a ellos.

—Boo, cariño, no grites.

—¡Cierra la boca! —se giró nuevamente, y esta vez el silencio inundó la sala.

A Daisy no le causó mucha impresión, conocía perfectamente la enfermadad de Louis y lo que hacía esta para llevar a cabo. Louis había quedado mal por tercera vez enfrente de sus suegros.

No tuvieron más remedio que obligarle a tomarse su medicamento, que el siempre eludía. Los invitados se marcharon aún borrachos, después de haber cantado cumpleaños. Daisy pensó que la actitud de su esposo empeoró la fiesta.

—Bebé, lo siento —se disculpó, sentado en el borde de la cama, mientras que esta terminaba de secarse el agua del pelo con la toalla.

La morena bufó, apagando la luz y acostándose lo más alejada posible del castaño.

—Siempre dices eso, Lou.

...

Instagram: Valarry1d

Paranoia × l.sWhere stories live. Discover now