10.

218 15 1
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ahí se encontraba un chico de metro sesenta y cinco con un lindo y tierno delantal de mandarinas, con sus mejillas un poco sonrojadas y un helado en su mano derecha acercándose hacia el pelinegro sentado en las escaleras de aquella bella iglesia d...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ahí se encontraba un chico de metro sesenta y cinco con un lindo y tierno delantal de mandarinas, con sus mejillas un poco sonrojadas y un helado en su mano derecha acercándose hacia el pelinegro sentado en las escaleras de aquella bella iglesia decorada.

Yoongi se acercó con cautela al verlo concentrado en su teléfono, se sentó a su lado jugando un momento con sus pies hasta que se armó de valor y le extendió el helado.

Al sentir algo o alguien a su lado levantó la mirada encontrándose con un hermoso helado de su color favorito y decorado de una forma peculiar, alzando una ceja giró su cabeza viendo al tierno chico del cual estaba tweeteando.

— H-hola, perdona que me sienta así de la nada, es que yo... — vió en primer plano cuando sus mejillas se tornaron más rojas— yo estuve desde hace un tiempo en esa esquina vendiendo helados y pues, observé lo que pasaba y quería alegrarte con esto, lo siento si es un poco desconcertante ver a un extraño pasarte un helado y entiendo que no quieras reci-.

Quedó a mitad de su discurso nervioso cuando sintió una calidez envolver su mano, sorprendido miró a la dirección y vió otra sosteniendo el helado, siguiendo ese brazo observó unos grandes y expresivos ojos negros con un pequeño y apenas perceptible brillo.

— Tranquilo, yo no muerdo — soltó una pequeña risa y observó el helado alejando su mano de la ajena— muchas gracias por el helado y tu preocupación, la verdad sí estoy mal.

Yoongi hizo un pequeño puchero soltando un pequeño suspiro jugó con sus manos, se había creado un silencio, pero no malo, al contrario, reconfortaba a jungkook sentir alguien a su lado a pesar de no saber qué pasa con exactitud.

— Si quieres hablar con alguien, puedes hacerlo conmigo, dicen que es mejor contar tus problemas a un extraño que a un conocido, no? — lo miró inclinando un poco su cabeza de lado sonriendo con su característica sonrisa.

Jungkook soltó un sonido de ironía y suspiro asintiendo en lo que daba una lamida al helado.

— Vaya... Si que está delicioso — admitió con sorpresa en su voz, pues pensó que al ser de ese color no sabría bien, pero vaya que se sorprendió.

— Lo hizo mi abuelo, le gusta crear y sacar a la venta cuando está seguro que iría bien — soltó yoongi sin mucha importancia mirando su delantal.

— Me dejó por mensaje —Al escuchar de nuevo su voz lo miró esperando a que continuara— se supone que hoy nos íbamos a casar, tenía un pequeño pensamiento de que algo así iba a pasar, pues desde hace medio año que empezamos a planear la boda me dejó todo a mi, estas últimas semanas estaba más distante, me contestaba con sílabas, ya ni salíamos, ahora entiendo el porqué, solo dándome la explicación de qué se enamoró de alguien más, que se fue, que quiere que ser feliz y no espera que la perdone, solo así, como una servilleta usada, me tiró a la calle.

Decir que Jungkook se mantuvo estable en lo que relataba sería mentir, en pequeños lapsos para volver a hablar comía del helado, ya que este si le sirvió para recuperar el valor.

Yoongi se sentía un poco enojado por la historia, como habían personas tan crueles, le da suaves masajes en la espalda hasta que vuelve hablar.

— Ella se lo pierde, se ve que eres un gran chico, no te preocupes, encontrarás a la chica indicada cuando menos te lo esperes, debo volver a trabajar, pero recuerda que el destino es caprichoso y hace de las suyas cuando tiene mejores cosas para ti, si quieres volver a comer algún helado o invitar algún amigo, vengo aquí una vez al mes, exactamente el 24 no importa el día, vendré —se levanta sacudiendo el poco polvo que tenía en sus pantalones negros y sonriendo se aleja sacudiendo la mano.

— Espera! — se detiene en seco mirando lo esperando a que continúe— como te llamas? Soy jungkook, Jeon Jungkook.

—Mucho gusto Jungkook, soy yoongi, min yoongi.

Con esas últimas palabras desvían las miradas y cada quien va por su camino.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Fin

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Fin.

"sweet 🍊"Where stories live. Discover now