Yo, como muchas otras personas, he tenido una enemiga en la escuela, esa persona que te molesta la mayor parte (por no decir todo) el tiempo.
Recuerdo que una vez me hecho la culpa de robar una carpeta. Claramente yo no había robado nada, pero la muy zorra escondió esa carpeta en mi mochila y me culpo de eso. También me culpo de escribir y dibujar cosas indebidas en la pizarra del salón y cosas así o incluso peores.
Todo lo que me hizo dio un resultado: que todos me odien. Ella me culpaba de, básicamente, todo!
Me decían cosas no muy amables por que creían que yo era la que causaba problemas. Lo cual me dio mala fama y soledad en la escuela.
Me preguntaba si hice algo mal para que ella me odie, hasta intente cambiar y dejar de ver o hacer algunas de las cosas que me gustaban para llevarnos bien, y sólo me ignoró.
Muchos dirán que la escuela es una increíble etapa importante en la vida de una persona. Lo único importante para mí fue aprender matemática, ciencia, lengua, historia, educación física y música ya que no tuve amigos o amigas.
Recuerdo que en el acto de final de primaria todos firmaban sus uniformes. Mientras que yo sólo me quedaba viendo como hablaban y reían entre ellos. Me sentí tan... triste y sola.
De hecho creo que nunca tuve una amistad tan buena como aquí o en las redes sociales a través de la tecnología. Excepto por un chico llamado Thomas que conocí en la secundaria, era un buen chico pero cuando le conté sobre mi orientación sexual me dijo que tenía prohibido hablar con personas de la comunidad LGBTQ+ por sus padres. De todos modos no le dijo a nadie y me trató como siempre solia hacerlo, sólo que nos hablábamos menos.
El perder a mi amigo por ese asunto me asusto un poco y decidí ocultarlo a mi familia, al menos hasta que pueda vivir por mi cuenta.
