Mientras tú dormias.

Cap: 3 ¿Mew celoso?

Domingo 12 de febrero de 1995.

Era un hermoso domingo, Gulf cumplía 12 años, fue con su madre al parque de diversiones comió pastel y se fue de compras con ella, a Gulf le encantaba pasar tiempo con su madre, lástima que todo lo bueno llegaba a su final.

—¿Te gustaron todos los regalos?

Gulf asintió, el niño dejó de comer y miró a su madre.

—Mami, ¿pronto viviré contigo?

—¿No te gusta vivir con tu abuela?, me dijiste que ella es buena.

—Si, pero quiero verte siempre, no solo cada mes.

—Mi amor yo no puedo, aún no, debo asegurarme de que tengas todo, que nada falte en tu vida.

—Pero únicamente te quiero a ti, nada más a ti—su voz sale un poco quebrada.

Esas palabras le dolieron tanto a Lanna.

—Gulf hoy es tu cumpleaños, no hablemos de cosas tristes, por cierto ese cabello hay que cortarlo un poco, eres tan hermoso que pueden confundirte con una nena—no evita sonreír mientras nota la cara enfurruñada de Gulf.

—Me gusta así...

—Lo que diga mi bebé.

Gulf miró a su alrededor aquel restaurante era muy bonito y los niños sonreían mientras platicaba con sus dos padres.

—¿Por qué no tengo papá?

Lanna se congela, era la primera vez que Gulf mencionaba aquel hombre, pero responde:

—Cuándo seas más grande te hablaré de él.

Gulf asiente y come nuevamente sus albóndigas, no era la primera vez que escuchaba aquello, su abuela tampoco le hablaba de su papá.

Luego de ese hermoso día Lanna llevó al niño a la casa de su abuela, entró, saludó a todos y ayudó a Gulf subir todos sus regalos a su habitación, aquella alcoba era hermosa y decorada al gusto de Gulf.

Le ayudó a acomodar todo, besó su frente y le dejó dinero por si necesitaba algo.

—Gulf ya me voy, si necesitas lo que sea de mí me llamas por el celular, ¿entendido?

El niño asiente, ella lo abraza fuertemente y se va dejando nuevamente ese vacío en el pre adolescente, luego de una hora entra su tío y le sonríe, Gulf traga hondo y se abraza de una de las bolsas de regalo de su madre.

Se levanta, se acerca al tío, le da su dinero, un primo el cual era 2 años mayor que Gulf entra a la habitación y solamente dice:

—Veremos que nos trajo la tía—sus ojos se llenan de codicia notando todas las bolsas.

Gulf no dice nada, sale de la habitación y automáticamente la cierran en sus narices, así es Gulf nunca durmió en aquella hermosa habitación, dormía en un ático, donde había una cama vieja muy dura y dos sábanas bien finas, quería decirle a su madre que pocas veces comía 2 veces al día, que los amigos de su tío lo miraban de una manera que él siendo de aquella edad lo incomodaba, que una vez su tío lo tocó de manera muy extraña cuándo una vez se emborrachó y que si no hubiese sido por su abuela le pasa algo mucho peor, pero no podía decirle, siempre el tío lo amenazaba con matar a su madre, si hablaba todo lo que pasaba en aquella casa que para Gulf era un infierno.

Su abuela era la única que lo protegía cómo podía, pero no era la mejor en ello, aunque para Gulf, un niño que estaba constantemente rodeado de peligro ella era lo mejor que tenía aparte de su madre... hasta que murió.