TG┆ El amor es para todos, los sueños
también... ¿Quieres convertirte en
alguien grande? Entonces házlo...
No dejes que otros decidan por ti,
es tu vida, eres tú el que decide en
quien amar y en quien con...
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El sol estaba en su punto máximo de resplandor, la brisa del aire estaba refrescante y un rubio se dedicaba a sacar las últimas fresas del huerto, mientras secaba alguna gotas de sudor que recorría por su suave y delicado rostro.
Toda su vida había vivido en la granja de sus padres. Alejados de la ciudad, en un pueblo para nada moderno en DaeGu, adornados con algunas casas humildes, con la parte de patio como granja.
Su vida era tranquila, ayudaba a sus padres con la granja, había terminado la secundaria con algo de éxito pero no tuvo la oportunidad de cursar alguna carrera, y bueno, no había algo que le interesará, tampoco los recursos necesarios para una; en realidad sí, tenía un sueño, un gran sueño que quería cumplir pero no podía, bueno, sus padres no querían que lo cumpliera.
Recordaba las crueles, duras y realista palabras que su madre le había dicho cuando le contó que quería ir a la capital, al centro de Corea y convertirse un gran cantante, un gran músico y un gran compositor. Sí, ese era el sueño que tanto anhelaba.
—¿Cantante? Cariño, quítate ese feo sueño de la cabeza, somos campesinos, nadie nos tomara enserio, aún más por una carrera tan impresionante como esa. Tu vida está aquí, con nosotros, en el campo, no en la ciudad, no pertenecemos a ese círculo social y económico —respondió su mamá con su semblante serio.
—Hijo, tu mamá tiene razón. Beom, ser un artista no te dará nada bueno ¿vivirás de tu voz? Definitivamente no, una vez que te enfermes y tu voz ya no les sirva, simplemente te olvidarán, te desecharán. No sería nada bonito hijo, así que... Olvídate de eso, está bien sola pero una cosa como esa está afuera de nuestro alcance —respaldo su papá.
Su sueño, el que tanto deseaba,se hacía añicos cada día. Sus esperanzas se iban hasta el piso. ¡Él quería convertirse en alguien espectacular! Pero... Sabía la realidad, sabía que un campesino de pueblo como él, despertaría una ola de críticas. Tal vez estaba considerando renunciar a ese absurdo sueño.
Él rubio camino con dirección a su casa, mientras cargaba las fresas que había recogido del huerto anteriormente.
Miro al cielo y suspiro. No podía hacer nada, no tenía opción.
BeomGyu aún quería seguir persiguiendo sus sueños, quería ser alguien fantástico en la industria musical, él quería.
—Mamá, ya traje las fresas como me lo pedistes —avisó dejando la caja a un costado.
—Gracias Beom, en un momento las traigo, más bien, ve a ayudar a tu hermano, tiene problemas con una materia, le ayudaría pero sabes que no pude terminar mis estudios.
Y eso era otra de las razones por las que quería ir a Seúl, la capital te daba miles de millones de oportunidades, deseaba que Sunoo tuviera una mejor educación, no sé queja la que tenía en DaeGu, pero las competencias y el nivel educativo entre el centro de Corea y su pueblito, eran totalmente diferentes, es más, no se podían comparar.
