Pequeño Tesoro- Ohmnanon

1ra Parte

Un muchacho pelinegro se encontraba frustrado, sentado en el sillón de su oficina de su gran mansión con los nervios a flor de piel, ¿por qué?.

Pues quien no estaría así si le secuestraran a lo que más ama en esta vida, siendo él uno de los reyes de la Mafia con una cantidad de enemigos incontables. Lo peor de todo... no soportaba que le hayan robado a su tesoro.

Se podían meter con cualquier otra cosa o persona no le importaba, pero con su amor jamás, claro que tenía una idea de quién pudo haber sido... Jimmy su más estúpido enemigo, era el ser más idiota que pudo haber conocido, una lástima que también este metido en el bajo mundo, no tanto como el, pero al fin y al cabo lo estaba podía ser lo más mierda del mundo, pero sabia como manipular a gente débil y sacarles provecho a las situaciones. No estaba seguro al 100% pero vamos no se había metido con nadie por años, y Jimmy tenía motivos.

Era el estúpido exnovio de Nanon, no lo soportaba de verdad que no, era un martirio estar solo en una habitación con él. El muy mierda juro venganza contra el por qué según le había robado todo el amor de Nanon, por favor si no hubiera sido tan hipócrita su bebe seguiría con él, aunque pensándolo bien debía agradecerle si Jimmy no hubiera cometido ese error su tesoro nunca hubiera estado con él.

De repente alguien entró azotando la puerta inicial de la oficina cerrándola al instante.

-Ohm- dijo un castaño en forma de regaño al más alto

-Qué mierda quieres ahora- le pregunto.

Este lo miro mal.

-Mira amigo no me gusta para nada verte así, ya sé que es difícil no tener a Non contigo, dímelo a mi es mi mejor amigo- hizo un pequeño puchero- además no me gusta para nada que estés tomando- regaño de nuevo.

Es cierto por estar pensando tanto había olvidado que abrió una botella de whisky, lástima que después de esa abrió otra y otra más, al menos era resistente al alcohol, pero aun así no lo podía culpar está desesperado claramente ya no estaba en sus cinco sentidos.

-A ti que te importa Chimmon, a ti no te secuestraron al amor de tu vida ya déjame en paz- le dijo simplemente al otro.

Chimmon se enojó por un momento

-Hay amigo, está bien te entiendo ya no te molesto más permiso- dijo un poco herido, para después salir por donde vino. De verdad lo entendía, pero no estaba bien que se dejara llevar por el alcohol.

Ohm simplemente se quedó ahí de nuevo sentado, estaba frustrado, enojado, angustiado. Pero no culpaba a su amigo por eso, lo trato mal sí, pero era un momento de debilidad, Chimmon era como su hermano, lo ayudó en todo y siempre estuvo para él.

Recordó cuando lo conoció, eran solo unos niños de 6 años cuando se vieron eran vecinos y se hicieron mejores amigos hasta ahora. Recordando todo eso se vio a sí mismo recordando él porque estaba así tomado, con miedo y enojado. Extrañaba a Nanon era su vida entera.

No podía estar sin él, lo extrañaba tanto, quería que lo bese, lo abrace y que lo regañe por las travesuras que hacía cuando estaba con su pequeño novio. Estaba preocupado, no sabía si estaba bien o no, pero esperaba que sí.

Debió haberse dado cuenta cuando recibió ese extraño mensaje mientras estaba afuera del país, atendiendo un negocio....

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Ohm había salido de viaje, para atender unos asuntos, estaba sentado en el sillón del apartamento en el que se estaba hospedando. Estaba pensando en todo y a la vez en nada, no podía concentrarse y no sabía por qué.

De repente su celular vibró y se iluminó la pantalla, se paró de donde estaba, cogió su celular y vio que le había llegado un mensaje.

Ohm extrañado decidió abrirlo, cuando vio se extrañó aún más.

Simplemente había frases como;

"Hola"

"Como estas"

"Me recuerdas"

Vaya eso si era raro, procuro que no era ninguna trampa, y contestó con un simple;

"No, no sé quién eres, será mejor que me dejes en paz"

No le contestaron al momento, cuando creyó que ya no iba a responder la persona detrás de esto, le llegó un nuevo mensaje este decía;

"Una lastima, que te hayas ido de viaje, nunca sabes lo que puede pasar, y más si te pueden quitar tu pequeño tesoro. ¿No crees?"

Esta vez se asustó y su sangre hirvio de rabia, quien se creia esa persona como para amenazarlo.

Aunque esas simples palabras al final de la oración le pusieron los pelos de punta,sabía que el desconocido de los mensajes hablaba de Nanon, sin embargo no quería creer nada malo, no lo iba hacer, debía estar tranquilo, además tenía mucha seguridad en la casa como para que algo le pase.

Solo por si acaso llamó a su guardia

-Encargate de ver toda la seguridad de la casa-le dijo

-Claro señor, solo eso o pongo mas seguridad?- pregunto el guardia.

-No, solo avisame si esta bien o no todo por Bangkok-

-Enseguida señor- dijo eso y acto seguido se fue.

La última semana estando fuera de su país, se sintió extraño, sentía que algo no andaba bien, a veces la incertidumbre no lo dejaba dormir, no sabía a qué se debía eso, ni siquiera se acordó de los mensajes, simplemente creía que era por el cansancio de todo. No le tomo importancia.

Claramente debió haber sabido que no era un mensaje común, y ahora estaba pagando sus propios errores....

Pequeño Tesoro.