Capítulo 15.

1.4K 94 45
                                    

Ya estamos de vuelta en el hotel, hemos quedado con Marta y con Alba en llamarlas un día y que se traigan a más amigos y que lo pasemos bien todos juntos. Y encima ellas y sus amigas estarán con su ídolo. Qué fuerte...Manu ídolo de alguien. Es difícil de creer. Cuando llegamos al hotel le eché una buena bronca a Manu por no contarme nada. Siempre salta con lo de que no pregunté, pero es que me pone de los nervios. No contarme algo así merece la muerte, y la lenta y dolorosa. No obstante, prefiero matarlo cantando y cantando que acabar con su bella voz.
Por el camino al hotel, lo seguí en las redes sociales y tiene bastantes fans. Pensé en hacer una quedada sorpresa para él pero no sé. Ya veré.

-¿Qué hacemos? -me dice mientras llego y me siento en el sofá de la sala principal de la suite.

-Vemos un rato la tele, que me aburro.

-Venga, vale, "aburrida".

Manu se levanta y va a por el mando, se tira un rato buscándolo, cuando lo encuentra vuelve y se sienta conmigo.

Enciende la tele, pero en esta no se ve nada. A los segundos sale un cartelito diciendo Para configurar su televisor acuda a recepción. Manu me mira y se niega a bajar. Yo tampoco quiero ir, así que sin decirle nada me separo de él un poco, poniendome lo más pegada posible a la otra parte del sofá, donde al lado hay una mesita con flores y unas revistas pijas de las que suelen dar en las peluquerías o en las salas de espera de alguna consulta. Manu hace lo mismo que yo pero para el otro lado del sofá. Se coloca mirándome con las piernas recogidas encima del sofá (sin importarle el hecho de que lleva zapatos y puede manchar el mueble) y con las manos en las rodillas. Pone cara de niño pequeño, como el que le suplica a su madre que le deje salir al patio a jugar al fútbol o algún deporte parecido un día que está lloviendo a mares, aún sabiendo que el esfuerzo por grande que sea es inútil, ya que la madre nunca aceptaría. Pues yo estoy igual, él no quieres bajar, pues que no baje. Yo puedo hacer otras cosas antes de ver la televisión, como escuchar música, leer(aunque tenga que ser en Wattpad ya que no tengo ningún libro aquí), puedo hablar, ver vídeos...

-Venga, baja. Por fi, ¡hazlo por mí! -Manu empieza a comportarse como un niño de 7 años, en breves puede que comience con una pataleta de esas insoportables.

Yo no le respondo, y cojo el móvil y abro Twitter, más que nada para hacerme la guay, ignorándolo. Manu sigue insistiendo con su berrinche mientras que leo unos cuántos tweets sobre Juego de Tronos en un perfil parodia sobre esta serie. Algunos tweets no pueden impedir que me salga una sonrisilla. Así que Manu al darse cuenta se enfada y empieza con su pataleta infantil. Cual sigo ignorando porque opino que ya tiene edad para bajar el solito si quiere ver la televisión. Además, ¿quién quiere ponerse a ver la tele en un sitio tan grande e impresionante como Madrid? Ah, sí, aparte de los madrileños, la gente tonta, como Manu, el cual sigue dando la lata. Dejo de prestarle atención porque encuentro una foto de una cantante de cuando yo era pequeña, y me sorprende el cambio que ha dado, porque de pequeña era muy dulce y ahora se convirtió en una hortera, choni y encima hace reggaeton, ¿quién soporta ese tipo de música? Si es que puede llamarse así. De repente, siento un aire cálido a mi alrededor y un delicado beso en la mejilla.

-Como no quieres bajar a configurar la tele, tendrás que entretenerme de alguna forma, ¿no? -me dice Manu cuando le miro y nuestras miradas se encuentran.

Se acerca a mí aún más, y me planta un largo beso en los labios...de esos que te dan pero hacen que necesites más. Cambiamos nuestras posturas porque son incómodas y en equilibria entre el peso que poner encima de mí y el peso que debe aguantar él. Tras esto, empieza a besarme alocadamente. Decenas y decenas de besos vienen y van: cortos, largos, suaves, furiosos...y entre cada beso, nos miramos rápidamente como para buscar la aceptación del otro. Mi mano pasa a acariciarle su cara y luego su pelo, y él se acomoda un poco, pero sin separar sus labios de los míos. Esto es como un sueño, sus labios carnosos y rosados están devorando los míos, que a diferencia, son pequeños y el rosa no es tan fuerte.
Me muerde el labio mientras separa un poco su cuerpo del mío quitándome todo peso y me mira fijamente, como siempre, con esa mirada que me hace derretirme y me llena de ternura, alegría y euforia a la vez. Esto hace que yo lo empuje hacia mí dándole un beso de esos de película. Me aparta el pelo y se arroja a mi cuello. Al que empieza a atacar con besos y mordiscos. Sube con su lengua un poco hasta mi oreja, y me muerde el lóbulo y esto hace que me estremezca. Luego al ver mi reacción pasa a morderme fuertemente el cuello, lo que me gusta aún más que lo anterior y suelto un gemido leve.  Vuelve a hacerlo, pero esta vez no tan fuerte y tocándome el pecho con una mano, lo que me gusta aún más. Pero de repente vuelve a mis labios y sin dejar mi pecho repite lo que estuvo haciendo hace nada...eso de comerme la boca a besos y dejarme sin mis finos labios.

Pero, ¿cómo no? Cuando todo estaba mejorando tenía que sonar el teléfono móvil de Manu. Y encima tenía que ser ese que le llamó y con el que se peleó.

Can I kiss you? {Manu Ríos}Where stories live. Discover now