Comienzo [ Hürrem & Mustafa ] (Pausada)

Gran día

El tiempo pasó, aunque ella no lo quisiera y creyera tontamente que tal vez el tiempo llegaría a parar o a retroceder para de esa forma impedir este día esperado por todos pero no para ella. La Sultana creía que a partir de este día moriría lenta y dolorosamente en lo profundo de su corazón.

Mihrimah se miraba en aquel espejo frente a ella, sintiendo como las criadas iban y venían a su alrededor llevando telas, joyas y demás cosas mientras otras se encontraban a su lado, arreglando cada imperfección que aquel hermoso vestido que portaba pudiera tener.
Sus ojos no brillaban, en cambio habían ojeras y pequeños rastros de lágrimas que de vez en cuando se deslizaban sin permiso de sus tristes ojos.

Se escucharon golpes a la puerta, la cual fue abierta poco tiempo después, la Sultana no volteó para ver de quién se trataba pues era obvio quién había ingresado a la habitación.
"Mi niña" pronunció Hürrem mientras se mantenía tras su hija.

Mihrimah la miro a traves del espejo, no decia nada, solo mantenía la mirada sobre su madre.
"Te ves hermosa mi Sultana" volvió a hablar Hürrem "Ese vestido, las joyas, todo resalta aún más tu belleza Mihrimah" halago y nuevamente no recibió respuesta.

Mihrimah aún la miraba por el espejo sin decir nada, con un rostro inexpresivo a lo que la Sultana Hürrem decidió dar la orden a todas la criadas presentes que se retiraran por un momento de la habitación para dejarla sola con su hija.

"¿Podrías no mirarme así?" cuestionó.

"¿De que otra forma debería madre? Si no me permites acabar con esto por lo menos no me obligues a fingir felicidad"

Hürrem suspiro, se acerco de a poco a Mihrimah hasta colocarse tras ella, ubicando se cabezs en el hombre de su hija.

"Ya te he explicado muchas veces esto Mihrimah"

"Lo sé y lo entiendo pero eso no evita que me duela"

"Lo lamento hija, pero no habrá marcha atrás" dijo para luego colocarse a un costado de la Sultana, logrando que en el reflejo del espejo sé mostraran las dos. " Eres fuerte Mihrimah, mucho y es por eso que no lamento este matrimonio, sé que puedes perfectamente con esto y que harás lo necesario para ayudarme a proteger a tus hermanos. Por otro lado, me siento mucho más tranquila sabiendo que estarás junto al Pasha" Mihrimah se mantenía en silencio mientras observaba la silueta de ambas en el espejo.

Hürrem volteó hacia su hija para luego tomarla de los hombres, haciendo que esta voltee y de esa forma dejándolas cara a cara. Tomo sus mejillas de antes de continuar "Se que tú no lo quieres pero en cambio él, no tienes ni la más mínima idea de cuanto te ama y sé que nunca haría algo para lastimarte. A lo que quiero llegar es, tal vez puedas, algún día, llegar a amarlo o por lo menos quererlo, no te encierres en el concepto que tienes de él sin conocerlo"

Mihrimah sostuvo las manos de su madre, quitando estas de su rostro para luego besarlas. Hürrem sonrió por la acción de su hija y luego la abrazo fuerte.

"Espero que el futuro sea tan bueno como crees que será madre pero hoy, hoy se siente como el día de mi muerte y llevo puesto mi atuendo de entierro" fue lo último que dijo antes de separase por completo de su madre y dirigirse a la puerta para encaminarse a la, para nada esperada, ceremonia. Hürrem quedó en aquella habitación con algunas lágrima resbalando por su mejilla pero las retiró tan pronto estas llegaron a su barbilla, acomodo su vestido y se miro en el reflejo.

[ Es lo mejor ]

Pensó antes de abandonar aquella habitación, tomando el mismo camino que su hija.