Primera Parte

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Kate supuso que la misma chica que acababa de salvarle el trasero, o la cara en este caso, fue la misma que la tomó de la mano y la guió al fondo del edificio, prácticamente arrastrándola para mantenerla con vida.

Si bien Kate Bishop no provenía de una familia religiosa y en definitiva no se consideraba a sí misma como una persona espiritual de cualquier tipo, ella podría arrodillarse y rezarle a la joven rubia aparentemente extranjera por ser una Diosa a sus ojos que le salvó la vida... O bien podría agradecerle por el simple hecho de existir ahora que podía ver parte de su perfil en medio de todo el desastre.

La heroína de la arquera era más baja en estatura que la propia pelinegra, pero parecía ser más fuerte y ágil, algo que demostró sin problema alguno cuando saltó sobre un grupo gran grupo de estudiantes que trataba de entrar a la cocina de la cafetería por medio de la ventanilla por la que eran atendidos durante su hora de comida.

—Mierda —dijo Bishop al ver a su salvadora bajarse de la espalda de algunos estudiantes, aunque ahora con un gran y afilado cuchillo de cocina en su mano.

La, hasta el momento, chica rubia sin nombre, pero con un acento ruso, no parecía querer dañar a nadie con el cuchillo que sostenía en su mano; de hecho, su plan pretendía solamente intimidar a los demás con el arma blanca ya que en un principio sólo lanzó algunas patadas y golpes, negándose a usar el cuchillo hasta que su vida dependió de ello y apuñaló a alguien en el cuello.

—¡Kate!

El grito de Peter llamando a la arquera se escuchó lo suficientemente alto como para que Bishop reaccionara mirando hacia la dirección en donde estaba su amigo.

Sobre una se las mesas en el lateral del edificio se encontraba Parker ayudando a sus amigos a salir por una de las ventanas que quedaba más cerca del techo que del suelo.

Esta vez Kate reaccionó de una mejor manera y más rápida ya que ahora fue ella quien tomó la mano de la rubia que le había salvado el trasero y la arrastró entre todo el desastre hacia el lateral del edificio en donde sus amigos trataban de huir.

—¡Oye, suéltame! —se quejó la chica de acento ruso—. ¿Qué crees que haces?

—Ahora yo te salvo la vida —respondió Bishop mientras empujaba a la otra joven sobre la mesa.

Peter ayudó a la desconocida joven rubia a escalar por la pared para llegar hasta la ventana, después ambos empezaron a ayudar a la arquera para subir también con cada uno en los extremos de la ventana.

A Kate casi le da un ataque al corazón cuando, de pronto, a mitad de su ascenso hacia la ventana, vio a la chica que acaba de conocer empuñar el cuchillo en dirección hacia su cara, por lo que cerró sus ojos con fuerza y esperó que la hoja de metal atravesara su piel; sin embargo, lo único que pudo sentir fue la salpicadura de un líquido caliente en el costado derecho de su rostro.

Cuando Bishop se atrevió a abrir de nuevo sus ojos, se encontró con el rostro de la rubia más cerca al de ella y a través de su visión periférica se percató de que el cuchillo nunca estuvo dirigido a su cara directamente.

Tomándose un segundo para mirar mejor lo que se encontraba a su derecha, la arquera apreció cómo el cuchillo de la rubia estaba encajado en el ojo de un estudiante con su cara, y especialmente su boca, cubierta de sangre, el cual estaba casi segura de que la hubiera un pedazo de su cuello de no ser por la chica que acaba de salvarla por segunda vez en un lapso de menos de cinco minutos.

—¡Sube ya o te dejo aquí! —ordenó la rubia con acento ruso mientras jalaba el cuchillo y utilizaba su pie para empujar el cuerpo del chico que acaba de apuñalar en el ojo.

All Of Us Are Dead [Marvel's Version]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora