Cánones de Belleza [Thilbo]

Baggins

— ¡Thorin! Ellos... ellos solo — y el rey dejó plantados a todos en la junta.

La voz preocupada de Bilbo era mucho más importante que todos esos enanos uraños ahora, Dwalin de encontraba junto al hobbit y pudo suspirar de alivio.

Con su mejor amigo al lado del hobbit tenia la seguridad de que esté no estaría herido. Dwalin entonces se acercó a el y lo aparto antes de poder siquiera revisar a Bilbo, y aunque quiso quejarse la dura mirada de Dwalin lo hizo cerrar la boca.

— ¿Qué pasó Dwalin? ¿A que se refería Bilbo?

— Escucha Thorin, el mediano está algo afectado así que será mejor que tengas cuidado cuidado tu bocota — carraspeo algo incómodo— Unos elfos llegaron a la puerta de Erebor y exigieron ver a Bilbo...

Para entonces Thorin ya se había tensado totalmente, sus ojos se desviaron a Bilbo y como se había sentado en el sofá abrazando el almohadón que ya traía entre sus brazos hace un rato, su mirada perdida y triste. Frunció el ceño y miró a Dwalin expectante, su mano temblando por llegar a su espada he ir tras esos malditos Comehojas y hacerles pagar por las lágrimas de su amado hobbit.

— ¿Qué le hicieron esos malditos? — gruñó. Dwalin rodó los ojos y negó lentamente.

— Nada Thorin, nada, los elfos esta vez no hicieron nada malo... trajeron noticias de la Comarca.

El rey movió su mano impaciente, indicando al enano proseguir.

— Unos familiares, sus primos, murieron ahogados hace unos meses... Los Sacovilla-Bolson se negaron a darle aviso en cuanto sucedió, pero Gandalf lo descubrio en su visita a los niños hobbit — Thorin suspiro y cubrió su rostro.

Su mano fue hasta su cuello masajeandolo de forma ansiosa, su mirada otra vez sobre Bilbo. Carraspeo al ver como el almohadón seguía fielmente entre sus brazos, no creía que aquello fuera normal, Dwalin parecía que iba a seguir hablando.

Giro su rostro hacia el para prestar atención a su amigo, hasta que el llanto se presentó en toda la sala.

¿Llanto?

Se alarmó. Hubiera pensado que provenía de Bilbo en los primeros cinco segundos, pero cualquier pensamiento parecido se esfumo, al notar que era el llanto de un pequeño ser entre los brazos del hobbit.

Un niño hobbit.

Abrió su boca sorprendido, Bilbo susurro una canción de cuna entonces arrullando al menor entre sus brazos, ahora que se movía, los bracitos y manos se enredaron en el cuello de Bilbo sollozando sobre su hombro.

La mano de Bilbo acaricio la espalda del chiquillo pelinegro, y tras pocos minutos el llanto cesó nuevamente. Ahora el hobbit mayor contenía pequeñas lágrimas en sus ojos, abrazando al pequeño con cariño.

— D-dwalin..

— Es su sobrino, quedo huérfano Thorin, y sus padres dijeron expresamente que querían a Bilbo a su cuidado si algo les sucedía. Esos malditos Sacovilla-Bolson lo retuvieron y no fue hasta que escucho a Gandalf hablar de la compañía y de Bilbo que pudo pedir ayuda, el pequeño no pudo ni guardar luto. — gruñó y Thorin acompaño su enojo — Gandalf se lo llevó y encargo a los elfos, y ellos lo trajeron hoy.

— Tío Bilbo... no me dejes con los Sacovilla, no quiero...— le rogó entre lagrimitas, Bilbo negó rápidamente, diciendo que no le entregaría y ahora estarían juntos.

Thorin apreto los dientes furioso, luego hablaría de aquellos familiares problemáticos con su hobbit. Ahora, su deber era darle un hogar apto al niño de la misma forma que se la dio a Bilbo, asintió a Dwalin y este lo comprendió instantáneamente. El soldado se marchó de la sala, corriendo también a la Junta que esperaba en la puerta por el rey.