Viendo desde el punto más lejano, la suerte o fortuna, conllevan un número ilimitado de posibilidades, marcadas en las tonalidades de los grises, comenzando en lo blanco para terminar en el negro, sin embargo, son ilimitadas, porque no importa cuánto tiempo pasen, se alteran para seguir a la par de las decisiones de una persona, volteando de un lado a otro, desde arriba hacia abajo y viceversa.
Para que las coincidencias sean volubles como también inexistentes, en la actualidad podrías deducir dentro de los parámetros más simples para conocerse como una buena fortuna a una mala, no obstante, la consigna de los grises se aplican de todas formas, es que no somos totalmente coherentes al interpretarlos para cuando el momento lo amerita, que no podemos comprenderlo.
Es por lo tanto que cuando una persona solo experimenta lo desafortunado de la vida, tiende a ver estos matices dentro del parámetro general que suele ser negro, para teñirlo de un gris fuerte a un claro y consecutivamente sigue adelante en su evolución para dar cuesta a más adelante que no todo es tan malo... verdad?
Y en esa espesura, en la villa abandonada donde los escombros, antes se edificaron elegantes viviendas de un pasado ya sin importancia, un sujeto con el cabello enraizado en lo blanco observó con sus ojos manchados de un débil bronce, pintándose por encima de los mismo un tenue acero.
La piel rasgada por lineamientos en grandes rasgos de un bronceado carcomiendo el color natural de su piel, que ascendía hasta su cuello, alzándose por su lado izquierdo del rostro envolviendo uno de sus ojos por casi su totalidad.
Sus rasgos originarios no eran por lo que ahora se observara, en su juventud, su cálido cabello caracterizó su forma en el carmesí sangrante, su piel clara en una tonalidad habitual dentro de los habitantes del país del sol naciente, sus ojos dieron la amabilidad de un placentero ámbar.
Poco quedaba de su apariencia pasada, las innumerables veces que forzó su cuerpo a usar magia más lejos que cualquier otro usuario de los misterios, le pasó una factura que se reflejó en su cuerpo.
Ahora posiblemente casi rozando las cualidades de un templado en el acero, con la fuerza que ningún otro mago de clase combate había logrado por el mérito de llevar un refuerzo hasta un grado más que imposible, cuando los mismos tomarían el resultado de muerte al practicante.
Su cualidad, cómo su especialidad también aportaron a qué se viera forzado a exigirse ir más lejos, y adelantar los cambios ahora visibles.
Pero no era el cómo si observará algo que importará, no, eso siempre fue irrelevante, siempre con un ideal en su sendero, al que gustosamente camino incluso si era uno que lamentaría al final.
Lo que entendió y lo que no, estaba ahora delante de su mirada, la fractura de una porción del espacio, un quiebre fino y de crecimiento constante, arrugó su mirada, sentía una amargo cosquilleo de que definitivamente algo desafortunado iba a pasar.
Levemente deslizó una mirada en el otro sujeto a su lado, un cabello blanco en juego con su barba, las arrugas en el hombre no eran menores, pero su rostro nunca demostró que la edad fuera un asunto para ser atendido.
El hombre encontró la mirada en su persona, desde sus ojos coloridos en un carmesí suave, habló para el sujeto que parecía estar pasando una incomodidad para con el responsable de traerlo a dicho lugar, en medio de una ciudad abandonada, ahora en decadencia al terminar una guerra del poco tiempo atrás.
"Veraz Emiya-kun, eso que va a salir es un producto inconcluso de dimensiones alternas como superpuestas entre sí, que intentan prevalecer a quedarse y...-" observó con expectativa diluida ahora en la expresión desconcertada en la que mostró el joven adulto a su lado "ok está bien, no hace falta la explicación, tienes que erradicar lo que salga de ahí, y mientras lo haces ganarás tiempo para que esas dos fuerzas se vean en la demanda de unificarse para levantar sus defensas en la existencia de las dimensiones por un enemigo en común"
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Freezing The Night Fate
AdventureUn accidente, quizás un desliz, no importaba ya que ahora no tenia idea de lo que pasaba, ni mucho menos si tenia alguna salida... Pero podría dar una mano a este desdichado mundo... (ningun derecho de Freezing ni fate stay night me pertenece, solo...