Mi primer beso (Mitsusara)

Blue Moon

"Entonces vi la luz de la luna azul caer sobre la ventana y ahí estaba él, con su rostro perfilado y la expresión serena."

...

[ Fiesta de Mascaras P. 1]

El castigo terminó después de tres semanas de confinamiento en casa, los tres tuvieron una charla con el Hokage en el que todos prometieron no volver hacer ninguna tontería y mucho menos volver a escapar de la aldea.

—¡Yeah!, el castigo terminó.—Boruto alzo sus brazos con ánimo mientras salían de la oficina de su padre.—Ah, hagamos algo para festejarlo en la tarde.

Mitsuki asintió de acuerdo, quería pasar tiempo con Sarada teniendo más libertad.

—Ah, bueno, pediré permiso.—Sarada no estaba muy convencida pero tampoco quería sonar aguafiestas.

—¡Que bueno!, invitaré a Shikadai y los demás.—Boruto se despidió con una mano mientras corría a contarle a los demás.

Sarada y Mitsuki caminaron sobre la calle en silencio, silencio que pronto se rompería por parte de Mitsuki.

—¿Pasa algo Sarada?, no te ves con mucho ánimo.

Sarada se giró para mirarlo mejor y lo tomó de la mano arrastrándolo consigo a un callejón solitario. La verdad no es que no estuviera de ánimo, si no que ella estaba pensando después de ver una película anoche.

—Ayer vi una película, trataba sobre una chica que conocía a un dios.—Ella comenzó a contarle a Mitsuki sobre la película mientras lo tenía acorralado contra la pared de ese callejón.—Esa chica lo pasaba con el dios quien después de estar mil años viviendo entre los humanos y haber amado antes a otra persona no lograba comprender lo que era diferente de esta nueva mujer con quien casualmente se había topado.

Mitsuki estaba atento a lo que decía aunque no entendía el punto al que Sarada quería llegar, solo espero paciente. Estar cara a cara con ella y tan cerca hacía latir su corazón extrañamente, pero no se sentía mal, al contrario, esa sensación le gustaba.

—Lo peor de todo es que aún con su experiencia el dios no podía leer, que era lo que le hacía especial.—Sarada tomo los hombros de Mitsuki y luego le susurró al oído.— Y con eso me di cuenta que tú haz hecho todo para entenderme, y te has esforzado tanto en ello porque debo ser especial para ti.

Mitsuki asintió, ella en verdad era especial para él.

—Pero tú también eres especial para mí Mitsuki, así que apartir de hoy también me tomare la iniciativa para que todo valga la pena.

—Sarada yo estoy bien así, no quiero que sientas que eres insuficiente, ¿entiendes?.—El no creía que ella no se esforzará porque de no hacerlo jamás hubiéran llegado hasta donde están hoy.

—Siempre eres tan amable, aún así no te haré caso, tu siempre eres quien tiene gestos lindos conmigo.—Sarada soltó los brazos con los que lo había acorralado.—No quiero que pienses que realmente no te quiero como tú conmigo.

Mitsuki sonrió y le abrazó, tomándola a ella por sorpresa.

—Yo sé cuánto me quieres, jamás  pensaría que no lo haces como yo, ambos somos diferentes.—Mitsuki posó su barbilla en su hombro.—Ambos amamos de una manera diferente y eso esta bien.

Después de volver a casa tomada de la mano de Mitsuki se detuvo en la acera, habían pasado todo el camino juntos y aún así sentía que no era suficiente.

—Entra a casa, después de todo vamos a vernos más tarde.—Mitsuki se mantuvo sereno y le regaló una sonrisa.

¿Como sabía que no quería despedirse?, ¿Como sabía que no quería separarse de él?, ella soltó su mano mientras golpeaba una gravilla suelta con la suela de su sandalia.

—Sarada, ¿No vas entrar?.—La voz de su padre se escuchó detrás de su espalda sorprendiendole.

—¡Papá!.—Ella salto aún lado.—Me estoy despidiendo.

—Es suficiente con decir adiós, ¿porque tardas tanto?, la comida se enfría.

—¡Hey!, ¡Sasuke!, ¡La comida que te encargué en el horno se quemó!.—Los gritos de Sakura se escucharon desde dentro de la casa.—¡Es un desastre!

Por la cien de Sarada y Mitsuki se escurrió una gota de sudor, hubo un poco de incredulidad sobre el desastre dentro de casa, pero enseguida Sakura salio de dentro con una bandeja de algo irreconocible y carbonizado.

—Ah, llegaste temprano hija. Oh, espera también estás aquí Mitsuki, hola.

—Mamá la bandeja..—Lo que sea que había cocinado se había echado a perder.

—Ah, no te preocupes, pediré comida a domicilio.—Rió con vergüenza.—Ah, Mitsuki, ¿Que tal si te quedas a comer?

Sasuke quiso protestar pero fue ignorado olímpicamente por su esposa y su hija.

—En realidad aún tengo que hacerme cargo de algunas cosas que el Hokage me pidió, lo siento Sakura san, será en otra ocasión.

Sakura se sorprendió por lo buen educado que era Mitsuki, el era un buen chico y tenía toda su aprobación.

—Awww que tierno es, ¿Lo viste Sasuke?.—Sakura se encontró Sasuke estático con la cara de llena de indignación.—Oh, ¿Que sucede?

Los brazos de Sasuke y toda su compostura habían sido apaleados por las dos chicas de la casa así que negó con la cabeza y volvió adentro.

—El tiene un episodio otra vez.—Río por lo bajo Sakura, quien sabía exactamente lo que pasaba por su cabeza, el tenía celos de padre.—Bueno, volveré adentro, fue bueno verte Mitsuki.

—También para mi Sakura san.

Sakura volvio dentro mientras llamaba a Susuke con toda su felicidad.

—Ah, lamento que tuvieras que verte envuelto en eso.—Sarada rasco su nuca con vergüenza.

—Esta bien Sarada, tu mamá es muy amable y tu papá parece más acostumbrado a verme.

—Pero aún nos sigue dando algunos sustos.—Una risa pequeña se le escapó.

Mitsuki tomó su mano de nuevo mientras la uchiha estaba distraída y la restrego en su mejilla.

—Así debería ser siempre, no quiero que te desanimes sólo porque viste una película.

Sarada ni siquiera escuchó lo que había dicho por lo atónita que se había quedado al sentir su mano rozar la piel de Mitsuki, su rostro enrojecido enseguida.

—Yo...— Ni una palabra coherente pudo salir se su boca.

—Nos vemos en un rato más, esperaré por ti.—Una vez dicho esto Mitsuki solto su mano con delicadeza y se esfumó.

¡Necesitaba llamar a Chouchou ahora!, tenía que prepararse, tenía que hacerlo, una premonición de que algo importante pasaría esa noche pasó por su mente.