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Me quedé bugueado tratando de buscar que escribir aquí.
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—Se te condena a muerte como paga por todos tus delitos —recordó la voz del juez antes de que el sonido del martillo se oyera en toda la sala de juicio.

   Estaba sentado en aquella dura e incómoda cama de su celda en espera de algo, pero no tenía la más mínima idea de qué exactamente. Solo sabía que el compañero de celda que tenía no era muy amistoso y ni siquiera le dirigió la palabra durante todos esos días que estuvo ahí. Se estaba aguantando sus heces desde hace un día y medio porque se sentía sumamente incómodo el tener que excretar bajo la mirada de otros. Y no le quedaba más remedio que bañarse con toda la cara roja de la vergüenza viendo como muchos se fijaban en su mejor atributo, y su cara no era.

   El ruido metálico de su celda le hizo alzar la mirada, encontrándose con un oficial que le observaba con una expresión neutra. Luego observó como este simplemente siguió su camino como si nada mientras golpeaba todos los otros barrotes como si estuviera haciendo algún ritmo musical. El silencio que había en aquel lugar luego del alejamiento del oficial era sumamente incómodo para Jimin, quien se había acostumbrado a los gritos y a todo el desastre rutinario de la instalación de Yoongi.

—Yoongi...

   Recordar ese nombre le daba asco, y pensar que lo estaban llamando de esa forma lo hacía sentirse peor. Maldito cobarde, pensó decidiendo bajar sus prendas inferiores para usar el inodoro, ya no aguantaba más.

   El chico con el cual compartía celda le miró unos instantes y luego dirigió la mirada hacia otro lugar, dándole la privacidad necesaria a Kitty, quien intentaba no pensar en que le estaban viendo para poder liberarse de aquello que tanto le molestaba. Al terminar simplemente terminó de limpiarse y dejo ir a sus compañeros hacia un lugar nuevo donde pasarían el resto de sus días.

   Al sentarse de nuevo en su cama, el otro chico bajó de la litera de arriba para sentarse a su lado. Acomodándose de una manera en cierto modo coqueta sin tener esa intención.

—Así que... Kitty, ¿no? —preguntó para romper el silencio, sorprendiendo a Jimin ante el apodo.

—¿De dónde...?

—Ay por favor, todos aquí sabemos del poderoso Min Yoongi —el muchacho parecía emocionarse—. El Magnífico, el que jamás se dejó atrapar por la ley, el que ha matado a más de doscientos hombres a lo largo de su vida, el narcotraficante más próspero de Corea. Eres una verdadera leyenda, Min Yoongi.

—Ajá, ya me di cuenta —dijo Jimin enarcando una ceja.

—Pero me pregunto como un hombre tan... hombre como tú terminó aquí —preguntó mirándole fijamente.

—Primero que nada deja de mirarme así —el tono de Jimin fue serio y tajante—. Segundo, ¿qué demonios te importa lo que hago con mi vida?

—Lo siento, es que soy tu fan y tenerte de compañero de celda es un sueño —luego alzó sus manos en señal de paz—. No como si quisiera verte tras las rejas no quise decir eso, es el tenerte así de cerca me descontrola —volvió a pensar rápidamente—. No quise que sonara--

—¿Podrías cerrar el hocico? —le preguntó Jimin—. Lo estás dejando peor.

   El chico bajó la mirads de una manera nerviosa, Jimin no entendía como podía ver gente tan emocionada por Yoongi.

Kitty's Hell - Yoonmin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora