PRÓLOGO

19 5 0
                                    

El veinticuatro de febrero era uno de los días más importantes para nosotros y más sagrados. Siempre nos reuníamos en el centro de nuestro pequeño reino de brujos llamado Velenía desde que la guerra entre Baslav comenzó. Hacíamos esto para conmemorar a los brujos y brujas que habíamos perdido desde el inicio de la guerra, todos los años seguíamos los mismos pasos, primero nos juntábamos todos alrededor de la hoguera mientras veíamos las cenizas de la madera cayendo a nuestros pies hasta que estos quedaban cubiertos por las mismas. Lo segundo que solíamos hacer era quemar parte de los escritos que hechiceros años atrás escribieron. Y por último bailábamos la danza tradicional Veniu y tocábamos instrumentos. Lo que no contábamos es que este año no sería como los anteriores.

Este año la guerra se había complicado bastante desde que los Rujios decidieron separarse del ejercito de Baslav y unirse con nosotros, haciendo así que pareciese que los magos detestaran a los hechiceros– aunque esto no sucedió hasta que los hechiceros empezaron a dejarlos de lado en la guerra– por eso decidieron hacerlos daño donde más les dolía, cambiándose de bando.

Al principio esto llegó a descuadrarnos bastante, ya que ambos mantenían una buena relación y el hecho que cambiaran de bando tan abruptamente fue un tanto extraño, aunque siendo sinceros nos vino de perlas porque no es que fuéramos con ventaja que se diga– no en estos tiempos–.

Las estrategias de los magos eran muy buenas y se notaba que ponían todo el empeño y la venganza en cada una de ellas. Nuestro plan no era ir a malas siempre eran ellos los que nos atacaban y nosotros los que nos defendíamos, pero el plan de los rujios era muy bueno y tentador a partes iguales y teniendo en cuenta que ellos más que nadie conocían las debilidades de los baslavnios era por seguro que sabían mejor por donde atacar. Yo apoyaba la idea de atacar primero ya que probablemente no se lo esperarían– o sí– aunque por otro lado nos arriesgábamos a que gran parte de nosotros fuera secuestrada en sus tierras.

A lo largo del año fuimos atacando gran parte de los territorios de su reino y en todos habíamos salido victoriosos– cosa que no pasaba desde hace más de una década– y yo tenía el mal presentimiento que los hechiceros nos estaban preparando algo de con lo cual nos fuese difícil recuperarnos... 

22/2/22

Tras El Rastro De La LuzWhere stories live. Discover now